Artículo Prefesional: Alzehimer la importancia de la capacidad

La demencia alzehimer en el síndrome de down: la importancia de la capacidad cognitiva

Alzheimer dementia in Down's syndrome: the relevance of cognitive ability
Autores: V. Temple, E. Jozsvai, M.M. Konstantareas, T.-A. Hewitt 
Revista: Journal of Intellectual Disability Research, 45: 47-55, 2001 (febrero)
Dirección: Surrey Place Centre, 2 Surrey Place, Toronto, Ontario M5C 2C2, Canadá

Resumen

Se ha observado que cuantos más son los años de educación, menor es la tasa de enfermedad de Alzheimer en las personas que tienen una discapacidad intelectual. Se ha propuesto que la educación refleja una mayor "reserva sináptica", y que esa mayor reserva sináptica puede retrasar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. El presente estudio ha comparado a individuos con síndrome de Down que mostraban síntomas de demencia con otros que estaban libres de síntomas, con el fin de determinar si los dos grupos se diferenciaban en su nivel de educación, en el empleo, en las actividades recreativas, en los años en una institución, o en el nivel de funcionamiento cognitivo en su conjunto.

Se evaluó a 35 adultos con síndrome de Down de edades comprendidas entre 29 y 67 años. Se reclutó a los participantes de un centro sanitario, y el grupo abarcaba a personas con una gama amplia de niveles de capacidad. Se utilizaron pruebas neuropsicológicas, informes de los cuidadores y la Dementia Scale for Down Syndrome (Gedye 1995), con el fin de identificar el declive de los participantes en períodos entre 6 meses y 3 años.

Una vez que se eliminó estadísticamente el efecto de la edad, los análisis de regresión múltiple revelaron que el nivel de funcionamiento cognitivo se encontraba asociado significativamente con el declive, de modo el mayor funcionamiento cognitivo predecía un declive menor. No se vio que las variables ambientales (p. ej., el nivel educativo, los años en una institución, o el empleo) estuvieran asociadas de modo directo con el declive; sin embargo, una regresión post hoc en la que se utilizaba el nivel de funcionamiento cognitivo como la variable de salida, reveló el nivel de funcionamiento cognitivo por sí mismo estaba asociado con estas otras variables ambientales. El nivel mayor de funcionamiento cognitivo estuvo asociado con menos casos de demencia en las personas con síndrome de Down, y parece que el nivel de funcionamiento cognitivo está asociado con los factores ambientales, como son el nivel educativo, años en una institución y empleo.

Estos resultados sugieren que las intervenciones ambientales, dirigidas a mejorar el nivel de funcionamiento cognitivo, pueden resultar también útiles para retrasar el comienzo de la demencia.

Comentario

Este trabajo resulta altamente instructivo por varios motivos. Son ya varios los estudios que demuestran que la persistencia en la actividad intelectiva, en definitiva, en la utilización de las funciones cerebrales más elevadas, reduce el riesgo de aparición de la demencia Alzheimer. (Esto no quita para que pueda aparecer enfermedad de Alzheimer en personas que desarrollan actividad intelectual, porque se trata de una enfermedad en la que intervienen múltiples factores). Lo interesante es comprobar que esto parece ser válido también en el síndrome de Down, a pesar de éste tiene una marcada relación patogenética con la enfermedad de Alzheimer.

El trabajo subraya, además, la necesidad de mantener la actividad intelectual, y habla claramente de intervención. ¿Qué significa? Que la intervención beneficiosa para la persona con síndrome de Down no se limita a las primeras edades sino que debe ser mantenida a lo largo de su vida. Tenemos actualmente un claro objetivo: conseguir que los adultos con síndrome de Down posean un puesto laboral que les dote de autonomía, sepan realizar actividades, sepan relacionarse y utilizar su tiempo libre. Pues bien, tenemos que tener bien clara la necesidad de seguir promoviendo durante la vida adulta el desarrollo de su vida intelectual en forma de mantener los temas de interés, que su vida de ocio y tiempo libre no se limite a espectáculos pasivos, que mantenga la rica comunicación con compañeros o con su pareja.

Eso significa programación individualizada, tanto más dirigida cuanto menor sea su propia capacidad para organizarla, adaptada a sus intereses, características y circunstancias.

Por todos estos motivos, es muy posible que las cifras que actualmente se dan de personas con síndrome de Down que evolucionan hacia la enfermedad de Alzheimer, hayan de ser corregidas conforme esta población va siendo objeto de mejores y más ricas prácticas de intervención, entendida en su más amplio sentido.