Entrevista a Gloria Canals Diciembre 2001
Gloria Canals es una luchadora, tan llena de carácter como de dulzura. Tiene unos ojos verdes muy grandes que parecieran hablar por sí mismos y decir todo lo que aún le queda por hacer en esta diaria lucha por integrar a nuestros chicos en el mundo laboral. Pero, tan cierto es que queda mucho por hacer, como mucho lo que ya se ha hecho por iniciativas que –como Aura- un día se pensaron y otro empezaron a ponerse en práctica.
Pregunta. ¿Cómo ves en la actualidad la incorporación al trabajo de las personas con síndrome de Down, en la órbita de nuestro país?
Respuesta.España ha sido pionera en integración laboral de jóvenes con el síndrome de Down. Actualmente hay bastantes programas de empleo con apoyo en diferentes autonomías, la mayoría surgidos en las instituciones y fundaciones dedicadas al síndrome de Down, como una oferta de continuidad a los programas de apoyo a la inserción escolar.
En cualquier caso, es un camino largo que debe hacerse sin prisas y con el apoyo necesario y muy profesional. De lo contrario, perderíamos el objetivo final que es la mejora de su calidad de vida.
- ¿Piensas con los pies en la tierra que estas personas podrán, en un futuro a corto-medio plazo incorporarse a una función laboral remunerada con mayor naturalidad y facilidades que en la actualidad?
- El tema da para hablar largo y tendido porque, como siempre, no hay dos jóvenes iguales, tengan o no síndrome de Down; por lo tanto, con relación al tema laboral, no se puede generaliza. Pero, en cualquier caso, la respuesta es SÍ. Estoy convencida de que ya no hay marcha atrás en todo lo que se ha conseguido. Está demostrado que muchos jóvenes con síndrome de Down pueden ser buenos trabajadores en empresas ordinarias si se hacen las cosas bien hechas, y se ofrece un apoyo profesional adecuado.
Sin embargo, no hemos de perder de vista que cada caso es único, y lo que es bueno para un joven puede no serlo para otro. Hay que hacer las cosas despacio, sin prisas y con el apoyo necesario y muy profesional. De lo contrario, perderíamos el objetivo principal que es la mejora de su calidad de vida.
- ¿Está la sociedad preparada para afrontar el reto de la diversidad, y es el empleo con apoyo la mejor opción para ambos grupos sociales?
- La sociedad está cada vez más dispuesta a darles una oportunidad y sobre todo a darles un trato "normalizado", que a veces son ellos los que lo aceptan mal porque están muy acostumbrados a ser especiales. El chico que se incorpora a una empresa ordinaria tiene que tener una actitud de adulto, ha de querer trabajar, tiene que saber cómo controlar sus emociones, etc. Esto no se aprende en dos días por mucho que hagamos proyectos de inserción laboral. Forma parte de todo un proyecto de vida en el que la familia tiene que comprometerse y creer.
Creo que podemos aprender mucho a través de los problemas que surgen en el mundo laboral, muchos de los cuales provienen de errores educativos que poco tienen que ver con el propio síndrome de Down.
Para ser honestos y no crear falsas expectativas, creo que el empleo con apoyo va a ser una alternativa -la más arriesgada pero la más integradora- para muchos jóvenes con discapacidad.
- ¿Por dónde empezar, Gloria? ¿Cuáles son las pautas a seguir, y cuáles los requisitos para entrar en algún programa o proyecto de empleo para estas personas?
- En la medida de lo posible, hay que luchar por la integración pero siempre que sea de manera realista. El empleo con apoyo permite hacer la formación en situación real, con lo cual los chicos viven y conocen en directo qué es una empresa, qué significa trabajar. Y de esta manera, ellos tienen la oportunidad de decidir si quieren esta opción para su futuro.
Respecto a los requisitos, en nuestro caso no exigimos ningún nivel especial en cuanto a formación, o potencial de aprendizaje, y sí un mínimo de autonomía y actitud de adulto. Esto no se consigue en dos días, pero si la familia lo ve claro, puedo asegurarte que se consigue en prácticamente todos los chicos/as con síndrome de Down que tengan un nivel medio. Nuestra experiencia nos ha demostrado que es más complicada (pero también posible) la integración laboral de los jóvenes que son, digamos, un poco espectaculares en cuanto a su capacidad de lenguaje, relaciones, etc., que en los que son de menos nivel aparentemente.
El empleo con apoyo, permite hacer la formación en situación real, con lo cual los chicos viven y conocen en directo qué es una empresa, qué significa trabajar. Y, de esta manera, ellos tienen la oportunidad de decidir si quieren esta opción para su futuro.
- Después de 12 años liderando el Proyecto Aura ¿qué datos nos puedes dar sobre los resultados obtenidos hasta la fecha, y cuáles han sido los problemas más acuciantes que han tenido que afrontar los candidatos en sus respectivos puestos de trabajo?
- En nuestros doce años de experiencia con jóvenes-adultos con síndrome de Down, y más de 60 incorporaciones en empresa, con contrato, algo más del 25% han perdido su primer empleo, pero la mayoría de ellos mantienen el segundo, en otra empresa.
Los problemas que han surgido en las empresas no han sido tanto de capacidad o de lentitud en hacer el trabajo, sino de actitudes inadecuadas, falta de responsabilidad, descontrol emocional, no admitir los errores, etc.
Los más de 50 trabajadores del Proyecto están muy satisfechos. La mayoría no quiere hacer vacaciones. El trabajo es su vida y, te puedo asegurar, lo más bonito y sorprendente de nuestra experiencia ha sido ver el respeto, cariño y en muchos casos paciencia que los compañeros de trabajo les muestran.
En pocos años más vamos a tener un grupo significativo de adultos con síndrome de Down que han hecho una vida laboral activa y significativa y podremos valorarcómo esto incide en su salud mental y física.
Cada día nos sorprenden con nuevos aprendizajes. Cada uno, desde sus diferentes posibilidades, va aumentando sus habilidades y creciendo en madurez y autonomía con la seguridad que les ofrece tener el Proyecto Aura siempre que necesitan alguna ayuda.
CANAL DOWN21