Artículo Profesional: juego de bowling síndrome de Down
Artículo Profesional: juego de bowling síndrome de Down
Rafael Torres Jara
Profesor de Educación Física. Universidad de Chile
Club Deportivo Coocende
Primera Parte
- Conocer el síndrome de Down.
- Genética, expresión fenotípica.
- La familia.
- La salud.
- Desarrollo cognitivo.
- Psicología.
- Sensorpercepción.
- Neuromotricidad.
- Desarrollo motor.
- Capacidad física.
- Indumentaria adecuada para el juego.
- Estado de la pista.
- Calentamiento previo.
- La elección del bolo.
- Tomada del bolo.
- Posición inicial.
- Carrera de aproximación.
- Posición de la mano.
- Movimiento del brazo diestro.
- Movimiento del otro brazo.
- La precisión del lanzamiento.
- Beneficios de la práctica deportiva.
- Contraindicaciones para jugar bowling.
- Evaluación.
Introducción
Los contenidos expuestos en este documento son el resultado de mi experiencia de trabajo con personas con síndrome de Down. Su objetivo es aportar ideas muy básicas que les permitan iniciarse y mejorar su juego de bowling.
El bowling es un deporte que representa un desafío para todas las personas y en especial para los discapacitados, tanto si se practica de forma lúdica como en competición. La enseñanza de esta disciplina debe ir encaminada a ayudarles a desarrollar una técnica individual lo menos compleja que se pueda, conjugando en ella aspectos tales como:
- Desarrollo de capacidad física: Fuerza – Resistencia - Flexibilidad
- Desarrollo senso perceptivo: Sentido del ritmo - Seguimiento visual.
- Desarrollo de neuromotricidad: Equilibrio - Coordinación.
- Desarrollo de capacidades cognitivas: Atención - Cálculo – Memoria motriz.
- Desarrollo de capacidades afectivas: Control emocional - Autoestima.
- Desarrollo de habilidades sociales: Respeto de pares - Respeto de turno – Empatía.
1. Conocer el síndrome de Down y a la persona portadora de este síndrome
Debemos conocer que el síndrome de Down es producto de una alteración genética, trisomía en el cromosoma 21 (exceso de información genética). La persona portadora de este síndrome posee síntomas y signos peculiares a su condición, dos de los cuales están siempre presentes: la deficiencia mental y el retraso en su desarrollo motor. Por ende desde su nacimiento hasta su edad adulta la persona con síndrome de Down debe ser estimulada en estas áreas del desarrollo. De suma importancia para desarrollar un proceso de enseñanza y aprendizaje es conocer a la persona con quien trabajaremos, sus características: sus puntos fuertes, sus dificultades, si es hijo único o tiene hermanos, si asiste al colegio o a algún sitio de integración, sus gustos, si es introvertida o extrovertida, todo lo más que podamos conocer de ella para ayudar a su y nuestra acción.
2. Genética, cómo influye su expresión fenotípica en la práctica de este deporte
Como consecuencia de su alteración genética, las personas con síndrome de Down poseen una expresión fenotípica particular. Presentan peculiares características físicas corporales que deben ser tomadas en cuenta al momento de introducirles en el juego del bowling. Importante es conocer, por ejemplo, que sus manos son pequeñas, de dedos cortos y anchos, motivo por el cual su agarre palmar será limitado.
Si la posición y grosor de los taladros del bolo no se ajustan a las proporciones de la mano de la persona, no tendrá la eficiencia mecánica requerida para la correcta tomada del bolo. Es importante entonces que el niño tenga su propio bolo, ya que los bolos de los recintos de bowling están confeccionados acordes al promedio de las personas normales, los cuales escapan a la realidad fenotípica de las personas con síndrome de Down. La misma preocupación debemos tener con el peso del bolo, ya que debe estar acorde a las capacidades físicas de la persona.
3. La familia, a qué tipo pertenece
El factor familia es muy importante pues la educación, las enseñanzas, los gustos, los hábitos, en las familias se transmiten de forma refleja. No es lo mismo pertenecer a una familia que gusta de jugar bowling, de practicar deportes, que pertenecer a una familia que gusta de la lectura o actividades más reposadas como la TV. Esto no quiere decir que una familia de bolistas tendrá solucionada la tarea si nace un niño con síndrome de Down en su seno; la tarea quizás será más fácil, por la capacidad potencial que posee la familia ya que, a pesar de que se practique y disfrute del bowling, de todas maneras el niño necesitará de mucha atención, dedicación y horas de trabajo para alcanzar este logro.
También es importante saber que estas personas, al igual que todos los seres humanos, tienen grandes referentes en sus vidas. Generalmente en el grupo familiar es el papá o la mamá la persona más importante seguida de los hermanos y profesores. Por esta razón se recomienda que sea uno de estos referentes el que siempre esté involucrado en el proceso de jugar bowling, entregando señales positivas, aunque no sea el actor principal. Es conveniente otorgar señales que permitan al niño sentirse acompañado. Estas señales pueden ser, por ejemplo, comprar los instrumentos necesarios para el juego de bowling en compañía de su hijo, llevarle al lugar de desempeño de la tarea, acompañarle en parte de la tarea si no lo puede hacer en su totalidad, etc. El apoyo de los padres o familiares juega un rol fundamental en el éxito de esta tarea.
4. Buen estado emocional y de salud
La óptima predisposición emocional en este juego tiene mucha relevancia para obtener la mayor precisión con el bolo: el niño o joven al momento de jugar no debe estar ni eufórico ni excesivamente relajado. La enfermedad, un catarro, sensación de hambre o sed, cansancio o sueño, etc., inciden siempre negativamente en el estado de ánimo y la disposición a jugar. Si el niño o joven tiene que jugar o competir y se encuentra enfermo, mal física o anímicamente, es mejor que juegue otro día.
5. Función Cognitiva
Este término hace referencia a las facultades o funciones superiores del ser humano, como lo son, por ejemplo, la atención, el cálculo, el lenguaje, el movimiento intencionado, etc. Conocemos que una característica del síndrome de Down es la deficiencia mental. Esto implica que las funciones superiores se encuentran alteradas y disminuidas. Las personas con síndrome de Down tienen dificultad para manejar conceptos, lo que, unido a trastornos de tipo sensorial y motor, hace que la tarea de jugar bowling se torne difícil. Para ayudar a estas personas a jugar bowling, debemos conocerles bien y manejar múltiples estrategias de mediación, como por ejemplo:
- Enseñar conceptos relacionados con el juego de bowling, pero en otros contextos y al momento del juego hacer la transferencia, será necesario comprobar que el niño comprende el significado de términos de uso constante en el juego de bowling, como son las siguientes expresiones: coger, extender, correr, pendular, flectar, inclinar, lanzar, etc.
- Realizar actividades pre-deportivas que encaminen al niño hacia el juego de bowling, ejemplo, juego con balones de distintos tipos, texturas y pesos que rueden por el suelo.
- Llevarle al juego de bowling acompañado de sus amigos de manera que se encuentre en un grupo de pares que le motiven.
- Utilizar marcas guías que indiquen la correcta postura inicial y final de sus pies.
- Utilizar marca guía para indicar dónde debe ser puesto el bolo para una correcta realización del lanzamiento.
- Si la tarea se dificulta, dividirla en varios pasos que luego, al unirlos, formen un todo aceptable; para esto es necesario hacer un análisis de la tarea de jugar bowling.
En gran medida la cognición es un factor determinante para el logro de una tarea u objetivo. A mayor capacidad cognitiva, mayor posibilidad de éxito en la tarea y viceversa.
Recordemos que las personas portadoras del síndrome de Down no alcanzan el mismo nivel intelectual; algunas tienen retraso leve, otras moderado y otras severo, las dos primeras son susceptibles a la enseñanza del bowling.
Se denomina discapacidad intelectual o retraso mental a un trastorno del funcionamiento cognitivo que en el caso del síndrome de Down se debe a un desarrollo anormal del cerebro.
Funciones superiores del ser humano, claves para la tarea de jugar bowling
La atención: es pertinente influir desde un principio en la atención que se debe prestar a la actividad en sí. La persona con síndrome de Down debe estar atenta a lo que está sucediendo en el juego y su entorno, para así poder accionar de acuerdo a las demandas de éste. La atención es vista como una cualidad perceptiva que filtra y permite a la persona ver cuál de los estímulos ambientales es más importante y a cuál debe atender para lograr un juego correcto.
La concentración: debe ser lo más pertinente a las exigencias del juego; cualquier circunstancia (golpes, gritos, música, una aproximación indebida de otro jugador, etc.) que pueda producirles una alteración de la concentración durante la fase previa al lanzamiento, debe hacerles desistir del mismo. Conviene enseñarles a colocar la bola en la tronera y completar nuevamente la concentración antes de lanzar. Es bueno ver a la concentración como un proceso en que se inhibe las toma de información irrelevante y que se focaliza hacia la toma de información relevante.
La capacidad de concentración de una persona con síndrome de Down en el bowling está relacionada con la cantidad de información que recibe. La relación entre concentración y cantidad de información es inversamente proporcional. Así mismo el esfuerzo requerido para la máxima concentración es proporcional a la cantidad de información que recibe.
Resulta conveniente, enseñarles a elegir el momento más favorable y adecuado para lanzar; está totalmente desaconsejado efectuar un lanzamiento precipitado entre dos jugadores ansiosos por lanzar: el respeto tranquilo de los tiempos de lanzamiento es fundamental y tenemos que hacerlo saber si es preciso.
Siempre se debe ceder el turno a la pista de nuestra derecha si el jugador ya estuviera preparado para lanzar o si coincidieran incluso tomando el bolo.
La motivación: es lo que hace que un individuo actúe o se comporte de determinada manera; es una combinación de procesos cognitivos, fisiológicos y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor se actúa y en qué dirección se encausa la energía. La motivación es un término genérico que se aplica a una amplia serie de impulsos, deseos necesidades, anhelos y fuerzas similares.
Pareciera ser que el juego del bowling posee un ingrediente mágico que actúa sobre las personas con síndrome de Down, pues se motivan de tal manera con este juego que son capaces de atender concentradamente al juego por largos periodos de tiempo.
El cálculo matemático: es una función cognitiva que, quizás, es la que más dificulta a personas con síndrome de Down, pues presenta un nivel de abstracción muy alto que dificulta comprenderlo, entenderlo, aplicarlo y progresar.
El juego de bowling puede ser utilizado como medio para la adquisición de conceptos numéricos y la utilización práctica del cálculo, pues nos permite trabajar en concreto esta función. El niño debe desde su inicio atender, conocer cuántas entradas ha jugado, saber cuántos pines vota por lanzamiento, qué puntuación va obteniendo. Para esto es recomendable que acompañe su juego de una hoja de registro donde pueda llevar el registro de estas acciones por medio de la numeración. Así el niño estará utilizando el cálculo como un medio para conocer, para resolver situaciones problemáticas del bowling y de la vida cotidiana.
Por medio del número el niño puede dar valor a su jugada ya que ésta tiene un valor cardinal que cuantifica todos los elementos del conjunto, que en este caso serían los pines de bowling. Se pregunta al niño o joven ¿cuántos pines hay?, ¿cuántos pines derribé?, ¿cuántos pines me quedan por derribar? El número también posee un valor ordinal: primero, segundo, tercero, que permite al niño o joven saber qué entrada está jugando o si está jugando el primer o segundo bolo de una entrada. El bowling sin duda trae consigo problemas de cálculo matemático. Sirve entonces como medio para enseñar al niño o al joven a pensar, a analizar la información, las circunstancias que le rodean y a buscar soluciones.
También debemos aprovechar las instancias sociales del juego de bowling para que los niños y jóvenes ejerciten el cálculo matemático en concreto. En el restaurante del recinto la mayoría de los niños compran un refresco, para esto deben utilizar dinero, pagar por su compra y recibir cambio. Qué mejor oportunidad para practicar el cálculo matemático y conocer el valor del dinero.
6. Psicología
El factor psicológico incide de forma directa sobre el jugador con síndrome de Down y en el desarrollo de su juego. El jugador debe intentar en todo momento lanzar sin presión y ceñirse a la técnica para no dejarse llevar por la desmotivación al errar algunos lanzamientos; tampoco se debe dejar llevar por la euforia que le pueda producirle un pleno llevándole a una excesiva relajación.
El jugador durante la partida debe darse cuenta de cómo está jugando; si lo está haciendo bien, debe intentar no cambiar nada para mantenerse en esa línea de regularidad. Los que estamos a su lado debemos hacerle saber de su buen juego; y si está fallando, se le debe advertir en qué se está equivocando y cómo corregir rápidamente para no sacrificar la partida. Debemos tratar de que el jugador asimile los conocimientos y la práctica de este juego, paso primordial, para que esté en plenitud de juego y pueda recibir ayudas de corrección o autocorregirse. En caso de que se le dificulte asimilar estos conocimientos y su práctica sea limitada, el objetivo será meramente recreativo; entonces será conveniente utilizar barandas en la pista para que logre éxito en su jugada, no frustrándose a priori.
Durante el juego la capacidad de concentración de la person a con síndrome de Down disminuye y entonces cometen más errores de precisión en ambos bolos. Por ello, el jugador en un principio debe ser ayudado en dosificar sus fuerzas, pues éstas contribuyen decisivamente a mantener una concentración regularmente estable y a no perder la motivación.
Su desarrollo cognitivo permite a algunos estar al tanto de lo que sucede con su juego y participar de éste en presencia, otros poseen menor capacidad para percibir lo que está sucediendo con su juego, su motivación se limita a lanzar, ver rodar el bolo y saber que está participando de un juego que le recrea y que le brinda pertenencia a un grupo social.
Un consejo práctico es enseñarles a no estar pendientes del marcador, del compañero, del público y de todo lo exterior a ellos; enseñémosles a concentrarse en la técnica porque es su mejor aliada. ¿Cómo? Repasen en su cabeza tranquilamente seis pilares básicos de la técnica:
- Toma correctamente el bolo
- Asume una buena posición inicial.
- Fija la vista donde corresponde.
- Realiza una carrera de aproximación con pasos cortos que aseguren tu equilibrio.
- Realiza una carrera pausada que te de tiempo para completar el péndulo.
- Pon el bolo en la marca.
7. Sensopercepción
La mayoría de las actividades humanas están influenciadas por estímulos externos que son captados por órganos sensoriales, dando paso a un trabajo de integración en nuestro sistema nervioso central, para luego producir una respuesta. Las personas con síndrome de Down presentan alteraciones en sus órganos sensoriales lo que, unido a la conformación alterada de estructuras cerebrales, no permite un buen proceso de percepción ni integración de los estímulos, dificultando el proceso de enseñanza/aprendizaje.
Por tal motivo, desde la perspectiva de la sensopercepción debemos ser muy cuidadosos con nuestra intervención en la presentación de los estímulos, tanto en el número, como en la vía utilizada para que el niño los capte (visual, auditiva, táctil).
Podemos encontrarnos con alteraciones sensoriales de distinta índole y muchas veces conjugadas entre ellas (visión, tacto, propiocepción, vestibulares), esto implica fallos en sus percepciones, en su simbolización y en su conceptualización, alterando la respuesta motora.
Algunos ejemplos de la implicancia que tienen estas alteraciones sensoriales sobre el juego del bowling podrían ser los siguientes:
- Percepción visual alterada, el niño tendrá dificultades para hacer una buena estimación de figura y fondo, alejando o aproximando las imágenes, lo que le causará una percepción errada al momento de distinguir una diana a distancia, que en este caso serían los pines de bowling.
- Percepción táctil alterada, el niño tendrá dificultades para percibir correctamente la textura, la forma del bolo, lo que podría causar lesiones en su mano y dedos de agarre; esta alteración táctil impide una adecuada manipulación del bolo, podría no soltarle en el momento adecuado del lanzamiento, proyectando su mano y dedos con éste. Debemos estar atentos a esta situación pues, si sucede reiteradamente, tendremos un niño lesionado. Recuerden que las personas portadoras de síndrome de Down presentan un alto umbral de dolor, son capaces de jugar sucesivas entradas con sus manos o dedos lesionados.
- Percepción vestibular alterada, el niño tendrá dificultades para mantener su estabilidad, para relacionarse con la gravedad, para fijar su mirada, cuestiones vitales en el juego de bowling. Los niños con problemas vestibulares suelen actuar de manera pausada, pues los movimientos rápidos les causan inseguridad dando como resultado una desorganización en sus respuestas.
- Propiocepción alterada, en otras palabras, es cómo se percibe el cuerpo a sí mismo. El niño, al no poder percibir su cuerpo correctamente, tendrá dificultades al momento de movilizarlo, más aún si al mismo tiempo debe manipular un instrumento adicional como es el bolo. Un niño con problemas de propiocepción necesita de continua retroalimentación visual para evaluar cómo está actuando su cuerpo con relación a este bolo y el entorno, lo que distraerá su mirada de lo que debe ser el foco de atención principal, los pines de bowling.
En muchas ocasiones estos niños son conscientes de sus limitaciones, pero no las saben expresar. Estas limitaciones son traducidas por el niño con síndrome de Down en tensión corporal y psíquica, la cual se manifiesta como ineptitud en el desempeño de la tarea y con conductas desadaptativas tales como:
- Rechazar o abortar prematuramente la actividad.
- Desmotivación y falta de iniciativa frente a la tarea.
- Tensión muscular: apretar en forma desmedida el bolo con sus manos, lo que causa un agotamiento prematuro de la musculatura implicada y, en algunos casos, dolor en sus manos.
- Tensión psíquica: se manifiesta en otras zonas del cuerpo, tales como brazos, cintura escapular y tronco mostrándose apretados y contraídos. Esto influye en la postura, la estabilidad y el accionar global del cuerpo.
- Fallas de coordinación motriz, falta de sentido del ritmo, péndulo rígido.
- Sentirse observado, prestar atención al adulto que le acompaña en vez de prestar atención a su juego.
- Risas descontroladas.
- Pataletas.
Se recomienda ser cuidadoso en la presentación del juego de bowling y los estímulos inmersos en esta actividad. Como estrategia sensoperceptiva se recomienda inicialmente focalizar al niño sobre un solo estímulo, se aconseja cuidar la intensidad y duración de este. Luego, poco a poco, se podrán ir integrando otros estímulos de manera que el niño no se sienta sobrepasado por la tarea.
Es necesario hacer saber al niño o joven el real desempeño de su juego para que así vaya teniendo conciencia de cada uno de sus lanzamientos y de la real calidad de su juego, solo así podrá intentar superar lo hecho hasta el momento.
Conocer cómo percibe, cómo siente, cuáles son sus cualidades y debilidades sensoperceptivas, nos permitirá asistir al niño adecuadamente en la tarea de jugar bowling.
8. Neuromotricidad
Utilizaré este término para hacer referencia al control de la postura y el equilibrio con relación a la actividad funcional de jugar bowling. Las distintas acciones motrices realizadas para jugar bowling representan grandes exigencias para los sistemas que controlan la postura y el equilibrio. Estos dos elementos implican la capacidad de recuperar la estabilidad y moverse para evitar el desequilibrio. La postura y el equilibrio son de vital importancia para habilidades como ponerse de pie, caminar, lanzar, jugar bowling.
La teoría de los sistemas nos dice que la acción motriz surge de la interacción del individuo con la actividad y el entorno, nos dice también que la capacidad de controlar la posición de nuestro cuerpo en el espacio nace de una compleja interacción de los sistemas músculo esquelético y neurológico.
Los componentes músculo esqueléticos abarcan elementos como: a) rango de movimiento articular, b) la flexibilidad espinal, c) las propiedades musculares y d) las relaciones biomecánicas entre las partes del cuerpo. Los componentes neurales comprenden: a) los procesos motores como las sinergias de respuesta neuromuscular, b) los procesos sensoriales como los sistemas visual, vestibular y propioceptivo, c) las estrategias neuro-sensoriales que organizan estos múltiples impulsos, d) las representaciones internas fundamentales para el mapa de las sensaciones para la acción, e) los procesos de nivel superior básicos para los aspectos adaptativos y anticipatorios del control postural y equilibrio.
Cuando el niño adquiere y madura gran parte de los componentes de estos sistemas, se siente más seguro en sus tareas motoras, controla su postura y equilibrio, empieza a mostrar signos de autonomía tales como caminar, lanzar con mayor frecuencia e intensidad. Estos logros implicarán un aumento de la velocidad en su acción motriz, paso previo y primordial para conseguir precisión en un lanzamiento. El niño podrá fijar la atención conjunta en un estímulo adicional como puede ser su compañero de juego, será capaz de mantener una conversación, podrá detenerse y volver a empezar la acción. En síntesis, al sentirse cómodo durante el juego de bowling, el niño conseguirá un dominio fluido de este y, finalmente, habrá aprendido a jugar.
9. Desarrollo motor
Toda persona, independiente de su condición, posee desarrollo motor desde su nacimiento, “reflejo” en una primera etapa. Para tener éxito en la enseñanza de tareas motrices (jugar bowling), debemos identificar el estadio en que se encuentra el desarrollo motor de la persona con quien trabajaremos.
Básico es conocer cómo se encuentra su esquema corporal, en otras palabras, saber si el niño tiene conocimiento, conciencia y control sobre su propio cuerpo y sus partes. Debemos conocer en qué estadio de desarrollo se encuentran sus habilidades motoras de base las cuales, combinadas y diversificadas, dan paso a una motricidad más especializada.
El deporte bowling es una habilidad motora especializada, cuya dinámica requiere de habilidades motoras de base. Para jugar bowling, la persona debe ser capaz de dominar y combinar las habilidades motoras de equilibrio, locomoción y en especial la manipulación.
La manipulación motora gruesa involucra la relación individuo objeto. Se caracteriza por la posibilidad de imprimir fuerza a los objetos con los que el niño toma contacto, ya sea alejándolos de su propio cuerpo, o bien, mediante la posibilidad de reducir su inercia (absorber fuerza) para apoderarse de ellos. Para jugar bowling, el niño tendrá necesariamente que realizar movimientos manipulativos propulsivos los cuales implican acciones que permiten alejar los objetos del propio cuerpo, como ocurre como por ejemplo en las acciones de lanzar el bolo a ras de suelo (rodando). Es a través de las habilidades manipulativas como los niños exploran la relación de estos objetos en movimiento en su decursos temporales y espaciales, lo que incluye aprender a estimar distancias, calcular trayectorias, velocidades, parábolas, masa y aceleración.
Para jugar bowling, desde la perspectiva de la motricidad humana, es necesario manipular el bolo con nuestras manos, equilibrar nuestro cuerpo y coordinar acciones motrices como el caminar, pendular brazos, flectar piernas, inclinar tronco, inclinar la cabeza y lanzar, todas estas acciones en interacción con el bolo. Indispensable para llevar a cabo esta tarea es contar con una buena educación postural y mostrar una marcha y manipulación maduras. No debemos saltarnos etapas de desarrollo, madurar cada una de ellas si queremos que las personas sean eficientes en sus actividades deportivas.
Para en el futuro facilitar tareas deportivas, como jugar bowling, es importante realizar una atención temprana destinada a este objetivo, por ejemplo, hacer que el niño manipule diversos objetos con sus manos desde pequeño, incentivarle en tareas de lanzamientos con proyección, realizar juegos pre deportivos con balón, hacerle realizar tareas de equilibrio, etc. Ni que decir tiene que este entrenamiento le servirá para otras muchas acciones en su vida.
10. Capacidad física
Es importante poseer una capacidad física acorde a las exigencias del juego de bowling. Le permitirá disfrutar del juego y no sufrir lesiones o descompensaciones músculo esqueléticas con el tiempo. Se considera actividad física a todo movimiento corporal producido por los músculos y que requiere un gasto energético. Una buena capacidad física permite realizar actividad física en forma eficiente. Es importante conocer que estas capacidad física está influida por a) la genética, b) el entrenamiento, c) la alimentación, d) el entorno. Sus principales componentes son:
Fuerza muscular, permite a las personas iniciar, detener o cambiar de posición un movimiento. Esto se logra con el propio cuerpo, con otro cuerpo o implementos. Entonces el niño necesitará de fuerza muscular, para sostener, pendular y lanzar el bolo.
Resistencia muscular, permite a las personas repetir movimientos corporales en el tiempo. Entonces una buena resistencia muscular permitirá al niño prolongar su juego de bowling en el tiempo.
Flexibilidad, permite a las personas asumir distintos rangos de movimientos.
Coordinación, permite a las personas controlar y regular los movimientos necesarios para realizar una tarea motriz. Entonces el niño necesitará de flexibilidad y coordinación para que su cuerpo adopte las posturas adecuadas y al mismo tiempo muestre una fluidez en la acción de jugar bowling actuando de manera controlada y organizada.
Resistencia cardiorrespiratoria, permite al niño o joven generar esfuerzos prolongados.
Jugar bowling requiere de la interacción de estas capacidades y su desarrollo depende de cada persona y cómo esta las trabaje. Esta capacidad física, asociada a la capacidad cognitiva, que involucra voluntad e intención de movimiento, además de la influencia de una correcta afectividad y sociabilización, conforman claves que no pueden ser obviadas para el éxito de esta tarea.
Nota
El Club Deportivo Social y Cultural Coocende, es un club sin fines de lucro creado por padres de niños, jóvenes y adultos con síndrome de Down u otras discapacidades mentales. Funciona desde el año 2000 al amparo de la Fundación Coocende, la cual fue creada por los mismos padres el año 1968.
El club atiende a una población de alrededor de 60 personas divididas en tres secciones, atletismo, natación y bowling, las cuales reciben un importante aporte de Chiledeportes.
Tiene además la grata labor de organizar actividades deportivas formativas, competitivas, de las cuales participan un importante número de instituciones que atienden a personas con síndrome de Down de la ciudad de Santiago de Chile.
Son los niños, jóvenes y adultos con síndrome de Down del Club Deportivo Coocende quienes me han inspirado a realizar este trabajo. Se los dedico a ellos y a sus padres.