Entrevista al Prof. Miguel Ángel Verdugo
Miguel Ángel Verdugo es el primer Catedrático español de Universidad que dirige una Cátedra específicamente dedicada y circunscrita al campo de la Discapacidad. Y es que no en vano, sus primeros intereses estudiantiles se centraron ya en ese mundo: primero en la carrera de Magisterio y en la especialidad de Pedagogía Terapéutica y Logopedia, después en la carrera de Psicología en la que obtuvo la Licenciatura y el Doctorado por la Universidad Autónoma de Madrid, y por último en el Máster en Educación por la Columbia University de Nueva York.
Ya como Profesor Universitario en la Universidad de Salamanca, su actividad profesional se desborda en un conjunto de realizaciones:
- Coordina el programa de doctorado "Avances y Perspectivas en la Investigación sobre Discapacidad".
- Dirige el Máster en Integración de Personas con Discapacidad.
- Dirige el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO) y el Servicio de Información sobre Personas con Discapacidad (SID) de la Universidad de Salamanca y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (IMSERSO).
- Dirige la Revista Siglo Cero, de FEAPS.
- Actualmente es Vicerrector de Investigación de la Universidad de Salamanca.
- Miembro del Comité Internacional de la American Association on Mental Retardation (AAMR)
- Adjunct Research Associate del Schiefelbusch Institute for Life Span Studies/Beach Center on Families and Disability, University of Kansas (USA).
Pregunta Canal Down21. Profesor, acaba de acceder Vd. a la primera cátedra sobre Discapacidad creada en la Universidad española. ¿Cómo nació su interés por este tema?
Respuesta. Mi perfil profesional, desde los inicios de mis estudios universitarios, ha estado centrado en una perspectiva de ayuda a otras personas, por ese motivo estudié Magisterio y Psicología, y más tarde me especialicé en Educación Especial y Psicología aplicada a la discapacidad. Dentro de la ayuda a otras personas, las personas que tienen limitaciones siempre me han parecido un buen motivo para dedicar tus esfuerzos de especialización y trabajo. Y ahí sigo.
P. Down21: ¿Qué circunstancias se dieron para que su esfuerzo y su trabajo consiguieran que se fundara esa Cátedra en la Universidad de Salamanca?
Respuesta. He tenido la oportunidad de desarrollar proyectos de formación de postgrado novedosos y distintas investigaciones centradas en aspectos psicosociales de la discapacidad que han contado con la colaboración de muchas personas, y que progresivamente han ido incrementando las actividades que se hacen en nuestra universidad. Esto nos ha llevado a crear el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO), centrado en esas actividades de investigación y formación especializada junto al asesoramiento a instituciones, grupos y personas. Este Instituto es el único de sus características existente en España de manera oficial, y su trayectoria ha permitido consolidar la idea de la necesidad de dotar de una cátedra especifica a los estudios sobre discapacidad. De todos modos, el camino no ha sido fácil, pues convencer sobre la necesidad de dotar de seriedad a los estudios sobre discapacidad con la creación de la Cátedra ha supuesto también ganarse el apoyo en el proyecto a muchos otros profesores que inicialmente no manifestaban una sensibilidad hacia el tema.
P. Down21: En otros países, el interés de los Departamentos Universitarios por abordar aspectos diversos sobre la discapacidad es muy elevado. ¿Por qué es tan minoritario este interés en la Universidad española?
R. La organización por áreas de conocimiento de la Universidad española está muy anticuada respecto a las necesidades científicas y las de la sociedad actual. La rigidez del sistema, hace que las plazas que se crean en las áreas opten por caminos estereotipados, definiéndose los perfiles de las cátedras y otras plazas basándose en conocimientos amplios referidos a las áreas de conocimiento en las cuales surgen, y marginando cualquier innovación. Todo eso, además, se mezcla con intereses personales y de grupos académicos. En otros países la sensibilidad hacia las personas con discapacidad lleva ya varios años, y los sistemas universitarios no son tan rígidos como el nuestro.
P. Down21: ¿En qué áreas de la discapacidad ha trabajado Vd. hasta ahora? ¿En cuál de ellas piensa que más directamente ha podido Vd. influir en la realidad social?
R. Mi interés se inició muy centrado en las personas con discapacidad intelectual, y sigue siendo mi interés preferente y el que me lleva la mayor parte del tiempo. No obstante, desde hace más de doce años, con el inicio de las actividades que luego darían lugar al INICO en la Universidad de Salamanca, amplié mi campo de estudio y preocupación hacia todas las discapacidades. La pequeña parte que me corresponda de influencia debe situarse en el ámbito de los niños y adultos que tienen limitaciones intelectuales, tanto en contextos educativos como laborales y sociales.
P. Down21: V. ¿Cuál es su trabajo de investigación actual, y en qué grado su investigación está pegada al terreno? Es decir, ¿cuáles son las realidades de discapacidad concreta que Vd. aborda?
R. La actividad investigadora predominante ha sido la del estudio de la Calidad de Vida en las personas con discapacidad, abarcándola desde muy diferentes puntos de vista. En concreto he desarrollado junto al profesor Schalock una profundización en el modelo inicialmente propuesto por él sobre calidad de vida, y que se dirige a fundamentar las prácticas profesionales de planificación, evaluación e intervención en aspectos individuales, de las organizaciones y del sistema en general.
La investigación está pegada al terreno en la medida en que nos basamos en las respuestas de las personas que tienen discapacidades, en la de sus familiares y en las de los profesionales; y con esas respuestas procuramos identificar los indicadores y dimensiones más esenciales en los que se deben basar todas nuestras prácticas profesionales.
La investigación se ha centrado no sólo en un desarrollo profundo del modelo teórico que servirá para sustanciar muchas otras investigaciones internacionalmente, sino que también en el INICO estamos estudiando la calidad de vida en la educación primaria, educación secundaria, empleo con apoyo y protegido, y en la comunidad. También hemos adaptado (o lo estamos haciendo) escalas de medición de la calidad de vida para personas con discapacidad intelectual, para sus familias, para personas con ceguera, con discapacidad física, etc.
P. Down21: Sabemos que presta una atención preferente a los modernos sistemas de comunicación social (revistas, multimedia, etc.). ¿Qué proyectos concretos ha desarrollado?
R. Desde 1993 soy director de la revista científica Siglo Cero que edita la FEAPS, y he contribuido a mejorar su diseño y contenidos junto a otros profesionales del consejo editorial y de redacción de la citada revista. En el momento actual estamos acometiendo importantes cambios sustanciales, tanto en el formato como en su contenido, que se pueden calificar de una nueva época para la revista, y que esperamos la mejoren significativamente e impulsen mucho más su difusión en los países de habla hispana.
Otro de los proyectos que he puesto en marcha desde 1999 es el Servicio de Información sobre la Discapacidad (SID), que es un centro de información y documentación basado exclusivamente en Internet, y que depende del Ministerio de Trabajo (IMSERSO) y de la Universidad de Salamanca (INICO). En la actualidad cuenta con más de 50.000 unidades de información en las que están presentes informaciones muy diversas sobre: libros, documentos, investigaciones, congresos, noticias de política social, ayudas, prestaciones, legislación española, etc. Es el portal Web de referencia en Internet cuando se habla de discapacidad en idioma español.
Desde 1993 soy director de la revista científica Siglo Cero que edita la FEAPS, y he contribuido a mejorar su diseño y contenidos junto a otros profesionales del consejo editorial y de redacción de la citada revista. En el momento actual estamos acometiendo importantes cambios sustanciales, tanto en el formato como en su contenido, que se pueden calificar de una nueva época para la revista, y que esperamos la mejoren significativamente e impulsen mucho más su difusión en los países de habla hispana.
Otro de los proyectos que he puesto en marcha desde 1999 es el Servicio de Información sobre la Discapacidad (SID), que es un centro de información y documentación basado exclusivamente en Internet, y que depende del Ministerio de Trabajo (IMSERSO) y de la Universidad de Salamanca (INICO). En la actualidad cuenta con más de 50.000 unidades de información en las que están presentes informaciones muy diversas sobre: libros, documentos, investigaciones, congresos, noticias de política social, ayudas, prestaciones, legislación española, etc. Es el portal Web de referencia en Internet cuando se habla de discapacidad en idioma español.
P. Down21: La calidad de vida de la persona con discapacidad es una de sus preocupaciones. ¿Cómo la resumiría pensando en la persona con discapacidad intelectual, y concretamente en la que tiene síndrome de Down?
R. El modelo de calidad de vida con el que trabajo propone seis dimensiones esenciales para cualquier persona que son: bienestar emocional, bienestar físico, bienestar material, relaciones interpersonales, inclusión social, desarrollo personal, autodeterminación y derechos. En esas áreas lo importante es determinar cuáles son los indicadores más relevantes para la persona en que estemos pensando (individualmente). Eso significa evaluar objetiva y subjetivamente su calidad de vida y, a partir de los resultados, proponer programas y actividades de apoyo individual que sirvan para mejorar su calidad de vida objetiva y percibida. Además, hemos de actuar en el ámbito de las organizaciones y del sistema social general.
P. Down21: ¿Qué recomienda para que en las Universidades españolas haya más investigación aplicada en el mundo de las discapacidades?
R. Lo principal es que se cuente con personas bien preparadas para desarrollarla, y con recursos económicos suficientes. Por un lado, al igual que ocurre en la investigación sobre otros campos como el cáncer o las neurociencias, hay que apostar por la formación postgraduada de los profesionales a niveles muy altos, con la financiación de los programas y centros que se dedican a esos temas, y con becas específicas para dar continuidad a la formación fuera de España de los jóvenes que se especializan.
Las organizaciones públicas y privadas son en ocasiones muy pacatas para apostar claramente por el desarrollo de estas investigaciones, desconfían incluso de su posibilidad, y desconocen las habilidades y motivación de nuestros jóvenes. Una política decidida que apueste por la formación especializada alta, junto a la provisión de recursos para desarrollarla, serían los aspectos clave.
Como contraste de la situación real actual tenemos el ejemplo del INICO. En el INICO, instituto oficialmente creado para dedicarse a este tema y que cuenta con amplia trayectoria y reconocimiento en España, apenas disponemos todavía de espacios propios para hacer reuniones, despachos para investigadores, y medios para acometer nuestras tareas. Utilizamos espacios comunes de la Facultad de Psicología y algún espacio específico limitadísimo, y todo ello ha sido producto del esfuerzo individual de los miembros en la captación de fondos de proyectos de investigación o en actividades de formación. Hasta ahora, la Universidad apenas ha dado unos pequeños apoyos en este sentido, y el Gobierno regional y nacional y las Organizaciones dedicadas a la discapacidad solamente contribuyen con proyectos concretos que les puedan interesar. Apoyos explícitos para el desarrollo de infraestructuras suficientes no los estamos teniendo. Lo que nos queda es pelear, como sucede en otros ámbitos de la discapacidad. Pero, realmente cuando te comparas con institutos de otros países, o de otras áreas de conocimiento en nuestro país, se te cae el alma a los pies. Esperemos que esa situación cambie en el futuro, pero en ese esfuerzo la verdad es que nos encontramos muy solos.
Imagínese, por tanto, la situación que tienen otros grupos más pequeños y con menos recursos personales en la universidad española. En definitiva, hay que financiar la formación de los investigadores y las estructuras de apoyo para desarrollar la investigación. Si queremos un nivel alto de la investigación, el que corresponde a los tiempos actuales, hemos de apostar con esa misma altura de miras. No es suficiente con pensar solamente en servicios, programas y organizaciones de trabajo directo con la población. Pues estos necesitan el apoyo de las innovaciones, la investigación, la colaboración de expertos, etc.
P. Down21: ¿Qué relaciones mantiene con América Latina?
R. Mantenemos una relación muy estrecha en actividades de formación de profesionales. Hemos impartido tres Master en Argentina, Chile y Brasil. Estamos ahora empezando la segunda promoción del Master en Integración por Internet para Iberoamérica. Hemos recibido tres grupos de maestros chilenos enviados para una estancia de formación de más de un mes por el Ministerio de Educación de Chile. Hemos organizado cinco congresos sobre inclusión educativa y educación en general dirigidos a participantes de Uruguay y España.
Además, en nuestros programas de Master y Doctorado sobre discapacidad, impartidos en la Universidad de Salamanca, la mitad de los alumnos proceden de países americanos de habla española, por lo cual el contacto es de gran entidad y continuo. Por ejemplo, en este año se leen al menos cuatro tesis doctorales de alumnos procedentes de esos países (México, Argentina y Colombia), siendo una de esas personas un paralítico cerebral que ha estado trabajando con nosotros durante varios años en Salamanca. Tenemos también muchas otras actividades conjuntas iniciadas en esos países.
Canal Down21