Resumen: Apnea obstructiva del sueño
Apnea obstructiva del sueño en los adultos con síndrome de Down
Síndrome de la apnea obstructiva del sueño en los adultos con síndrome de Down Maria S. Trois, George T. Capone, Janita A. Lutz, Maria C. Melendres, Alan R. Schwartz, Nancy A. Collop, Carole L. Marcus
Journal of Clinical Sleep Medicine, 5: 317-323, 2009
RESUMEN
Introducción
El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) es una alteración corriente que afecta aproximadamente al 2-4% de la población adulta, y presenta importantes complicaciones neurológicas y cardiovasculares. Este síndrome muestra una prevalencia mayor en los niños con síndrome de Down (del 30 al 55%) que en los niños del resto de la población (2%). Las personas con síndrome de Down tienen mayor número de factores que predisponen al SAOS, como por ejemplo la hipoplasia de la parte medial de la cara y la hipoplasia mandibular, la caída de la lengua, la pequeñez de las vías respiratorias superiores con amígdalas que protruyen mucho en la superficie, la inflamación frecuente de amígdalas y adenoides, el aumento de las secreciones, la mayor incidencia de anomalías del tracto respiratorio inferior y la reducción del diámetro traqueal. a eso se suma la hipotonía generalizada. Conforme crecen los niños con síndrome de Down, conservan sus anomalías anatómicas y la hipotonía generalizada. A eso se suma el mayor riesgo de desarrollar hipotiroidismo y obesidad o sobrepeso, que son también factores de riesgo para el SAOS. A diferencia de lo que ocurre en los niños con síndrome de Down, son muy escasos los estudios que evalúan el SAOS en los adultos con síndrome de Down. El presente trabajo trata de caracterizar mejor la naturaleza y la gravedad de las alteraciones respiratorias durante el sueño en esta última población.
Métodos y resultados
El estudio se realizó en 16 personas con síndrome de Down con edades entre 19 y 56 años, de las que 8 eran mujeres (4 en edad postmenopáusica), 12 eran obesas y 2 tenían sobrepeso. Ninguna tenía antecedentes de enfermedad pulmonar crónica. Se eligieron, como grupo control, otras 16 personas sin síndrome de Down a partir de una base de datos, emparejando una a una con las del grupo síndrome de Down en razón de las características personales (edad, sexo, e índice de masa corporal). Se realizó un estudio polisomnográfico durante una noche a cada persona y se evaluó la tendencia a la somnolencia durante el día (escala de sueño de Epworth). Se valoraron los siguientes parámetros:
Arquitectura del sueño
Apneas, tanto las obstructivas como las hipopneas. Se definió la apnea obstructiva por la presencia de movimientos de tórax/abdomen en ausencia de flujo de aire durante ≥10 seg, y se consideró hipopnea cuando hubo un descenso del flujo de al menos el 50% durante ≥10 seg. Las apneas mixtas fueron definidas como apneas en las que había componentes central y periférico. El índice de apnea hipopnea (IAH) fue definido como el número de apneas obstructivas, hipopneas y apneas mixtas en una hora de sueño. se definió la apnea central como aquella en que no se apreció flujo respiratorio ni esfuerzo respiratorio durante ≥10 seg. El índice de apnea central fue el número de apneas centrales por hora de sueño.
Saturación de oxígeno arterial.
Presión de CO2 tele-espiratorio.
La mayoría de las personas con síndrome de Down mostraron intensas apneas obstructivas. En 14, el IAH fue superior a 15/hora, y el 69% mostró un SAOS severo con IAH de más de 30/hora. Este índice mostró correlación positiva con el índice de masa corporal. En cambio las apneas centrales fueron raras.
En cuanto a la saturación de oxígeno, la mayoría tenía cifras normales basales durante el estado de vigilia (media del 96%, entre 89 y 98%). Durante el sueño, la media basal bajó a 93% (rango entre 58 y 96%), pero hubo serios períodos de desaturación durante los episodios obstructivos. La media de los valores nadir (más bajos) fue del 75%, bajando al 23 % en un sujeto. Tres cuartas partes de las personas mostraron una saturación nadir < 85%. Nueve de los 16 pacientes se mantuvieron durante más de 30 minutos con desaturaciones inferiores al 90%. Los niveles de CO2 tele-espiratorio estuvieron aumentados frecuentemente. El 63 % tuvieron valores superiores a 50 mm Hg durante más del 10% del tiempo total de sueño.
Seis personas tenían ya hipotiroidismo al empezar el estudio, de las que tres estaban bien controladas. Durante el estudio se detectó hipotiroidismo en otras 5. No se apreció una clara relación entre hipotiroidismo e índice de apnea/hipopnea.
En cuanto a los índices de somnolencia durante el día, la puntuación en general fue elevada pero los valores oscilaron mucho (entre 3 y 20).
Comentario
El estudio demuestra que los adultos con síndrome de Down tienen con frecuencia el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS): períodos abundantes de apnea obstructiva con caída oxígeno, hipoventilación y fragmentación del sueño. Su intensidad aumentaba con la obesidad. Las consecuencias son dignas de tener en cuenta: complicaciones cardiovasculares, somnolencia durante el día, cierto deterioro cognitivo influenciado por las frecuentes fases de reducción de la oxigenación cerebral. Cuando se contempla la calidad de vida del adulto con síndrome de Down en su conjunto y su tendencia hacia un deterioro más precoz, ciertamente estos datos deben tenerse en cuenta porque la presencia del SAOS puede ser un factor que contribuya o favorezca dicho deterioro.
Ciertamente el estudio está realizado en una población pequeña pero sus resultados aconsejan hacer más estudios para ampliar la muestra y poder obtener conclusiones más firmes. Debe tenerse en cuenta que el SAOS es tratable; por eso, es conveniente diagnosticarlo para aplicar el consiguiente remedio.