Resumen: Vitamina A y síndrome de Down

Vitamina A y síndrome de Down

Deficiencia de vitamina A y estado nutricional en pacientes con síndrome de Down  C.J. Chávez, P. Ortega, J. Leal, A. D’Escrivan, R. González, L.E. Miranda
Anales de Pediatría (Barc). 2010; 72: 185-190

RESUMEN

Introducción

La vitamina A y sus derivados retinoides son sustancias esenciales para las funciones del organismo y que deben ser obligatoriamente ingeridas ya que no son sintetizadas por los seres humanos. Su importancia estriba en que participan en la regulación de importantes procesos biológicos como son la visión, el crecimiento, la respuesta inmunitaria, la reproducción, los procesos de oxidorreducción, la regulación de la expresión de los genes y la producción de neuronas. La deficiencia de vitamina A es un problema de salud pública a nivel mundial.   Se estima que aproximadamente 127 millones de niños pertenecientes a 118 naciones tienen deficiencia de vitamina A. En América Latina, esta deficiencia es predominantemente subclínica (no aparecen claramente los síntomas de dicha deficiencia) afectando cerca de 14,5 millones de niños menores de 5 años, lo que constituye un factor que incrementa significativamente el riesgo de morbilidad y mortalidad por causa de infecciones prevalentes (enfermedades diarreicas, respiratorias y sarampión) durante la niñez. Aunque existen abundantes datos obtenidos en estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de deficiencia de vitamina A en individuos normales, son escasas las investigaciones realizadas en la población con síndrome de Down, a pesar de que en esta última existe un mayor riesgo de enfermedades infecciosas prevalentes durante la infancia. Por eso, la evaluación del estado nutricional de la vitamina A en personas con síndrome de Down orientada en la búsqueda de una posible deficiencia, puede contribuir al análisis y reducción de desórdenes nutricionales que comprometen su calidad de vida y desarrollo. Cabe destacar, además, que la deficiencia de vitamina A puede coexistir con otros factores nutricionales como son la desnutrición proteicocalórica, la anemia por deficiencia de hierro y el estrés producido por los estados infecciosos, lo cual puede deteriorar el estado de salud de los pacientes con síndrome de Down. Dado que la deficiencia de vitamina A y el síndrome de Down son problemas de salud pública y social en países en desarrollo, la presente investigación tiene por objeto establecer la prevalencia de deficiencia de vitamina A y analizar el estado nutricional asociado a esta deficiencia en personas con síndrome de Down en Maracaibo, Venezuela.

Métodos y resultados

Se realizó un estudio prospectivo y transversal en una muestra de 90 individuos con edades entre 2 y 16 años, de ambos sexos: 50 individuos citogenéticamente normales según evaluación citogenética (grupo control, femenino=27; masculino=23), y 40 individuos con síndrome de Down (femenino=15; masculino=25), seleccionados al azar en sus respectivas Unidades de Educación Primaria y Secundaria localizadas en Maracaibo, Venezuela, durante el segundo semestre del año 2007. La población fue clasificada en tres grupos de edades: 2–6 años, 7–10 años y 11–16 años. El análisis del cariotipo de todos los participantes en el estudio fue realizado por especialista técnico en citogenética del Laboratorio de Citogenética de la Unidad de Genética Médica de la Universidad del Zulia. La evaluación clínica fue realizada por personal médico capacitado, considerándose como criterios de exclusión: Individuos con al menos un episodio de temperatura axilar >37°C durante los últimos 15 días, tres o más evacuaciones líquidas en menos de 24h y/o procesos infecciosos activos. Además, se realizó examen oftalmológico para detectar signos clínicos de deficiencia de vitamina A (xerosis conjuntival o corneal, manchas de Bitot, ulceración corneal) o conjuntivitis. La evaluación nutricional antropométrica fue realizada por una licenciada en Nutrición y Dietética, considerando variables como edad, sexo, peso y talla, para establecer el IMC, utilizando para su análisis en individuos normales las tablas de FUNDACREDESA. En tanto que, las variables antropométricas peso y talla en individuos con síndrome de Down fueron analizadas utilizando las tablas Americanas elaboradas por Cronk et al. El retinol sérico fue determinado por cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC) según el método de Bieri. Para establecer el estado nutricional de la vitamina A, se utilizó como punto de corte de retinol sérico: <20 μg/dl (deficiente) según Grupo Consultivo de Vitamina A (IVACG).

Resultados: Fueron excluidos 2 individuos con síndrome de Down por presentar proteína C reactiva positiva. Se analizaron, pues, 50 individuos (grupo control) (10,4±3,7 años) y 38 personas con síndrome de Down (8,2±4,1 años). No se observaron síntomas o signos clínicos sugestivos de deficiencia de vitamina A o cuadros infecciosos activos en ninguno de los dos grupos estudiados.

La tabla 1 muestra los valores promedio de las características antropométricas de la población estudiada. Nótese que los pacientes con síndrome de Down mostraron una disminución significativa de los valores promedio de peso y talla (p=<0,001). Sin embargo, el índice de masa corporal se encontró en el rango de normalidad. En niños con síndrome de Down los indicadores peso/edad y talla/edad se encontraron por encima del percentil 50 (normal).

Tabla 1. Características antropométricas generales del grupo control y del grupo con síndrome de Down


Datos expresados como media±D.S. * p=<0,001.

La tabla 2 muestra los valores séricos de retinol de la población estudiada según la edad. A pesar de que los valores séricos de retinol no mostraron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos, los individuos con síndrome de Down entre 2–6 años presentaron una reducción significativa de los valores promedio de las concentraciones séricas de retinol con respecto al resto de los grupos estudiados (p=<0,05).

Tabla 2. Valores promedio de retinol sérico en los grupos control y síndrome de Down según la edad

Datos expresados como media±DS *ANOVA p=<0,05.

La tabla 3 muestra la distribución de la población estudiada según los valores de retinol sérico. Dado que el punto de corte de retinol sérico para definir la deficiencia de vitamina A fue de <20  μg/dl (deficiente), puede decirse que la prevalencia de deficiencia de vitamina A pacientes con síndrome de Down fue 18,4% (n=7) y en individuos CN 3,8% (n=2). Además, se observó asociación estadísticamente significativa entre la condición síndrome de Down y deficiencia de vitamina A (F=5,25; p=0,03), con probabilidad 5,6 veces mayor de deficiencia de vitamina A en pacientes con síndrome de Down (OR=5,64; IC 95% =1,10–28,93), respecto a los controles.

Tabla 3. Prevalencia de deficiencia de vitamina A en controles y en personas con síndrome de Down


OR: odds ratio; *deficiencia de vitamina A (<20 μg/dl). **Vitamina A normal (>20 μg/dl). *** Prueba exacta de Fischer.

COMENTARIO

El estudio muestra que hay una mayor prevalencia de deficiencia de vitamina A en el grupo de niños con síndrome de Down que en el grupo control, si bien en ningún caso se apreciaron síntomas propios de esta deficiencia (la llamada deficiencia subclínica). Esta deficiencia subclínica supone un riesgo ya que puede comprometer al individuo a sufrir consecuencias como son la menor tolerancia a las infecciones o un peor desarrollo neuronal. De ahí la importancia de controlar el estado de la vitamina A en el individuo, y de aportar alimentos ricos en vitamina A o, si es necesario, suplementos vitamínicos.

Es importante hacer notar que la reducción de los niveles de vitamina A en sangre en los niños con SD quedó restringida al sector de edad entre 2 y 6 años. Como los propios autores destacan en la discusión de su artículo, es muy posible que esto se deba a los problemas de alimentación que tan frecuentemente se dan a esa edad: problemas de masticación, de deglución, de tolerancia a distintos sabores y texturas de los alimentos. Desgraciadamente, el estudio no analizó el tipo de dieta que los individuos de este estudio ingerían. En cualquier caso, es importante conseguir que los niños ejerciten bien sus sistemas bucales y se acostumbren a comer una dieta variada y rica en vitaminas, tal como se recomienda en este Portal en la página Alimentación complementaria Cuando esto no se asegure, será preciso complementar la alimentación con preparados de vitamina A.

Los autores proponen también como posible causa de deficiencia de vitamina A el gran consumo interior de esta vitamina en su papel de contrarrestar el exceso de las reacciones oxidativas propias del síndrome de Down (estrés oxidativo). No parece que ésta pueda ser la causa, dado que la deficiencia sólo se observa en un intervalo de edad. Si así fuera debería extenderse a otros intervalos también. ¿Son estos resultados extensibles a toda la población de niños con síndrome de Down en todo el mundo o sólo a un sector de población en Venezuela? En este sentido, los autores afirman lo siguiente: “Es relevante señalar que la alta prevalencia de deficiencia de vitamina A observada en pacientes con síndrome de Down no escapa del retroceso nutricional que han experimentado los venezolanos como consecuencia de la crisis socioeconómica, política y cultural que vive el país, durante la cual se han sucedido diversos cambios con relación al acceso de alimentación balanceada, el control de calidad de los alimentos y la cobertura de programas sociales, que afectan a los grupos más vulnerables”. Por consiguiente, en determinadas áreas geográficas o en situaciones que no aseguren una buena dieta alimenticia, será oportuno controlar el estado de la vitamina A en los niños con síndrome de Down y asegurar su aporte complementario si fuera necesario.