Editorial: Capacitar
CAPACITAR
Presentamos en este número un “artículo recibido” escrito por una madre que nos cuenta su aventura para, primero, descubrir los talentos de su hijo y, después, conseguir darle las oportunidades para que los desarrollara. Todo un ejemplo de cómo debemos afrontar nuestra gran tarea: capacitar a nuestros hijos en función de sus cualidades y aficiones.
Obviamente, cada persona, cada familia, cada ambiente son distintos. Pero nuestra obligación no lo es. Necesitamos, quizá, pequeños apuntes o guías que nos ayuden a descubrir esos talentos. Conocer sus talentos nos ayudará en la búsqueda de su inserción laboral para practicar el trabajo más adecuado. Pero, incluso cuando su trabajo difiere de sus aficiones, conocer y utilizar los talentos servirá para que disfrute con alegría de sus aficiones en la vida extralaboral: su vida de ocio y esparcimiento, ese largo y trascendental espacio de nuestra vida donde realmente nos encontramos con nosotros mismos y nos llena de satisfacción.
He aquí algunas indicaciones sobre lo que debe y lo que no debe hacerse, para ayudar a un joven/adulto con síndrome de Down a identificar y a apreciar sus propios y específicos talentos y características (con ejemplos de diferentes áreas de talentos). Las hemos tomado del libro de McGuire y Chicoine sobre Bienestar Mental que Canal Down21 tiene publicado en su sección de Libros on line.
- Asuma que el individuo tiene talentos y dones de algún tipo.
- Expóngale a muy diversas actividades, para que pueda identificar sus talentos.
- No dé por supuesto que no tiene habilidades en determinadas áreas. Pruebe todas.
- Fomente los talentos en los que el individuo muestre verdadero interés. Si la iniciativa proviene del propio individuo, significa que habrá verdadero interés y orgullo al desarrollar ese talento.
- Busque fórmulas para desarrollar con éxito el talento que el individuo tiene interés en desarrollar. Por ejemplo, si está dotado para el arte o para la música, sería conveniente que recibiera clases de un profesor. Si muestra sensibilidad hacia los demás, encuéntrele una vía para que la exprese (por ejemplo, en una residencia de ancianos, o en un buen programa de atención infantil). Si le gusta el deporte, busque diversos deportes y sedes recreativas.
- Busque medios para fomentar los talentos en casa. Por ejemplo, en el caso de los músicos o artistas, conviene que tengan un lugar para trabajar o practicar con los correspondientes instrumentos o materiales artísticos. A los que son sensibles con los demás, anímeles a utilizar este talento con familiares y amigos. A los que les guste el deporte, dedíqueles tiempo para jugar, o para organizar actividades deportivas en su vecindad.
- Anime, pero en ningún caso presione. Nada ahoga tanto el espíritu y la energía como sentirse demasiado presionado por los demás.
- Tómese su tiempo para observar y descubrir los talentos de la persona. Por ejemplo, mire sus dibujos, escuche su música, véale mientras actúa como voluntario en una residencia de ancianos, asista a sus actividades deportivas, etc.
- Alábele sinceramente, pero sin excederse. Las personas con síndrome de Down suelen darse cuenta de cuándo la alabanza no es genuina.
- Las alabanzas excesivas pueden incrementar el interés del individuo en desarrollar sus talentos para complacer a los demás, en vez de hacerlo para aumentar su propia autoestima.
- La alabanza de los demás miembros de la comunidad fluirá con naturalidad, cuando el individuo pone su corazón en su talento. Las actividades deportivas, las realizaciones artísticas, y otros tipos de actividades también generarán los elogios de los demás, incluso los de sus compañeros (lo que es una forma muy preciada de alabanza).
- Finalmente, la alabanza deberá acentuar el orgullo propio, más que la complacencia ajena. Por ejemplo, dígale, “debes sentirte muy orgulloso de ti mismo”, en vez de, “¡me siento tan orgulloso de ti!”.
Comentarios
saludos desde Acarigua Venezuela.
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