Caso práctico: Síndrome de Down Hablemos de Vacunación
Las vacunas son productos biológicos que generan en quien los recibe una respuesta de defensa contra el germen (bacteria, virus), que protege frente a la enfermedad para la que se vacuna. En una situación ideal las vacunas deberían ofrecer un resultado inmunitario similar al que se produce si enfermamos con la infección natural, pero sin los riesgos de contraer la enfermedad ni sus complicaciones.
La duración de la inmunidad puede ser variable, meses o años, y depende del tipo de vacuna y de las condiciones de la persona a la que se vacuna.
¿Son seguras las vacunas?
Los programas de vacunación son una de las estrategias preventivas más beneficiosas de la salud pública. Al administrarse habitualmente a la población sana y en especial a niños, precisan cumplir unos requisitos muy estrictos por parte de las autoridades sanitarias antes de ser comercializadas.
En cuanto a los efectos adversos, algunos de estos son tan infrecuentes que solo se pueden apreciar después de una gran utilización de la vacuna posterior a su aprobación. Pero si algo se debe tener claro es que los riesgos para la salud y las complicaciones son muchísimo más frecuentes y graves si se contraen las enfermedades para las que se vacuna.
¿Qué son los programas de rescate o catch up?
Los profesionales sanitarios se encuentran ante situaciones en que algunas personas no han recibido las vacunas correspondientes. Los programas de rescate están diseñados para poner al día a las personas en situaciones de vacunación incompleta. Esto es de especial importancia en personas con menor acceso a servicios sanitarios, o en niños procedentes de adopción internacional; de este modo se consigue fidelizar los estados de vacunación de estos pacientes y así ampliar si es necesario su cobertura vacunal.
¿Qué beneficios aporta la vacunación?
En todas las regiones del mundo, las vacunas reducen la morbilidad y mortalidad de las enfermedades infeccionas a las que van dirigidas. Por ejemplo, gracias a la vacunación la viruela ha sido erradicada del planeta, enfermedad que antes producía 5 millones de muertes al año. Se ha conseguido la eliminación de la poliomielitis en las Américas, Europa y algunas regiones de Asia. La difteria, tosferina y el tétanos han conseguido estar bajo control en los países con vacunación. Se ha reducido la mortalidad global del sarampión, aunque en los últimos meses está volviendo a brotar por culpa de los colectivos “antivacunas”.
Además, la gran efectividad de las vacunas no se debe al beneficio exclusivo individual de aquel que se vacuna sino a la inmunidad de grupo generada a nivel poblacional sólo cuando las tasas de cobertura de vacunación son altas. Esto, es lo que permite que no circulen las enfermedades prevenidas en la comunidad. Si la cobertura baja, este efecto tan importante se pierde afectando principalmente a los más desprotegidos: niños y adultos oncológicos, enfermos crónicos, inmunodeficientes...
¿Por qué las vacunas producen rechazo en algunos colectivos?
Muchas veces se ignora la gravedad de las enfermedades para las que se vacuna, se temen los efectos adversos de la vacunación (equivocadamente exagerados por ciertos grupos antivacuna), o se prefiere creer en alternativas de “medicina natural” carentes de objetividad experimental.
La gran mayoría de las enfermedades que se pueden prevenir mediante métodos inmunitarios, como son las vacunas, se han reducido y las familias parecen desconocer que, dejando de vacunar, tarde o temprano estas enfermedades vuelven a reaparecer con toda su virulencia. En el caso del sarampión, el brote continúa creciendo y está afectando a la mayoría de los países europeos. Las coberturas vacunales subóptimas (por disminuir el número de personas vacunadas) propician los brotes de esta enfermedad. Así pues, la situación actual ha llevado a la declaración de estado de emergencia de algunas regiones.
Por todo esto, es importante el garantizar el acceso real a la vacunación en todos los lugares y de todos los grupos de población.
La vacunación en las personas con síndrome de Down
Las personas con síndrome de Down son particularmente sensibles a padecer las enfermedades infecciosas, debido a que poseen una situación alterada de sus mecanismos inmunitarios, son parcialmente inmunodeficientes. Además, la enfermedad infecciosa se desarrollará con mayor gravedad. Por esos motivos, es especialmente importante que se sometan a todos los programas de vacunación recomendados en su país, siguiendo las instrucciones de su médico. Y que no hagan caso a las campañas antivacuna que tanto perjuicio está ocasionando en todo el mundo.
Para más información: VACUNACIONES 2019, EN NIÑOS Y ADOLESCENTES.
Nota: Modificado del artículo publicado en Zona Hospitalaria, nov-dic 2019 (año XIV, núm. 80.). Autoras: B. Martínez, B. Aróstegui y N. Oscáriz. Servicio de Urgencias Extrahospitalarias. Pamplona (España).