Caso práctico: Síndrome de Down: Atragantamiento-Ahogo-Asfixia

No cabe duda que la garganta es un punto crítico en nuestro organismo. Es un sitio complejo por la estructura de los elementos que la conforman, y es un paso imprescindible para el aire que nos proporciona oxígeno y para los alimentos que nos aportan la energía y los nutrientes indispensables para la vida.

Dentro de los cuidados de salud para las personas con síndrome de Down, el conjunto boca-faringe-laringe ocupa un espacio muy especial. Desde el punto de vista alimentario, preocupa el modo de masticar, trocear, ensalivar y deglutir, dadas las peculiaridades posibles en la dentición, el tono y fuerza de los músculos orofaciales, la estrechez de la faringe. Y desde el punto de vista respiratorio, preocupan: a) las frecuentes infecciones de la zona, b) el reflujo gastro-esofágico, que permite que parte del contenido ácido del estómago pueda ascender por el esófago de manera involuntaria y deslizarse insensiblemente un poco por laringe y tráquea, irritándola, y c) las apneas obstructivas durante el sueño.

Pero hay una entidad en la que confluyen la dinámica deglutoria y la dinámica respiratoria: el trozo de alimento que encalla en la entrada de laringe y faringe de tal modo que la obstruye, hay un atragantamiento que impide el paso del aire y, si no se desobstruye, sobreviene la asfixia. Este es el proceso que ahora analizamos.

Es habitual que asociemos el atragantamiento a la edad infantil, tengan o no síndrome de Down. Si lo tienen, las consideraciones antes expuestas avalan el atragantamiento, si bien es cierto que cualquier niño está expuesto a él.  Pero ciertamente, puede ocurrir a cualquier edad. Y, lo más notable, es la creciente importancia que se está dando a este percance como causa de mortalidad en adultos con síndrome de Down. Disponen de un ejemplo en la sección de Resúmenes en este mismo número de la revista, en el que Cooper y colaboradores afirman: "En conjunto, las causas más comunes de muerte [en adultos] fueron las infecciones respiratorias (27,1%) y los problemas de aspiración/reflujo/ahogo (19,8%)".

Los actuales estudios sobre la salud de los adultos con síndrome de Down señalan la frecuencia con que estos problemas que aparecen a la hora de tragar alimentos (disfagia) son causa de ingresos hospitalarios, porque se complican con los problemas de aspiración por vías respiratorias y consiguiente neumonía por aspiración. Si a ello se suma el relativamente frecuente reflujo gastroesofágico cuyo contenido también puede ser aspirado, los inconvenientes pueden aumentar.

Desde esta perspectiva, es preciso llamar la atención a padres y profesionales que atienden a niños y jóvenes sobre la importancia que tiene cuidar desde pequeños cuanto atañe a la actividad alimenticia:

  1. El cuidado de la boca: higiene, correcciones dentales y mandibulares,
  2. Promover la respiración nasal,
  3. Acostumbrar la boca y su mucosa a diversas texturas y sabores,
  4. Comer sin ansiedad,
  5. Masticar la comida y salivarla durante tiempo suficiente, hasta que quede plenamente desintegrada, sin esquinas ni grumos,
  6. Tomar porciones de tamaño reducido, tanto más cuanto más duro o fibroso sea el alimento ingerido,
  7. Dar tiempo a que la boca se vacíe,
  8. Evitar temperaturas muy frías o muy calientes que originen respuestas reflejas de tos o estrechamiento de la faringe.

Esta buena conducta, si está bien formada y ejercitada a lo largo de la vida, hará que al encarar la ancianidad, la persona disponga de una práctica y educación de base, que amortigüen los declives que son propios de la edad.

Ante la presencia de atragantamientos

En el niño:

Consulte: Atragantamiento en el niño

Maniobra de Heimlich (exclusivamente para niños mayores de 1 año)

Técnica:

  • Colóquese detrás del niño y rodéele la cintura con los brazos.
  • Cierre una mano y coloque el nudillo del pulgar por encima del ombligo, entre el ombligo y el tórax (“boca del estómago”)
  • Cójase el puño con la otra mano
  • Realice una fuerte presión hacia adentro y hacia arriba, para desplazar el diafragma, lo que provocará un aumento de presionen el tórax y hará que salga el aire de los pulmones, lo que arrastrará el cuerpo extraño.
  • Compruebe después de cada maniobra si el cuerpo extraño ha salido. Solo se deben extraer los que estén visibles y sea fácil su extracción.
  • Repita el ciclo completo hasta la recuperación o llegada de ayuda o pérdida de conciencia

En el adulto:

Actuación en obstrucción parcial de la vía aérea

La persona atragantada que respira, está consciente, tose y puede hablar, tiene una obstrucción parcial, la actuación consistirá en animarla enérgicamente a toser, lo que produce altas presiones en la vía aérea que ayudará a expulsar el cuerpo extraño causante del atragantamiento. Es importante trasmitir tranquilidad.

Actuación en obstrucción completa vía aérea

Si se muestran signos de obstrucción completa (tos ineficaz, incapacidad para hablar, lucha por respirar…) mientras esté consciente actuaremos alternando 5 golpes en la espalda y 5 compresiones abdominales hasta que la obstrucción sea parcial o se haya aliviado.

  • Golpes en la espalda:
  1. Situarse al lado y ligeramente detrás de la persona atragantada.
  2. Inclinar ligeramente hacia delante y colocar la mano delante del pecho para que repose.
  3. Con el talón de la mano libre dar hasta 5 golpes secos entra ambas escápulas (omóplatos) a media altura.
  • Compresiones abdominales
  1. Situarse detrás de la víctima y rodearla con ambos brazos por la parte superior del abdomen.
  2. Inclinar hacia delante.
  3. Situar el puño entre el ombligo y el tórax.
  4. Sujetar el puño con la otra mano y empujar fuerte y rápido adentro y hacia arriba.

Si la persona atragantada pierde la consciencia hay que colocarla sobre el suelo con precaución, avisar al Servicio de Emergencias Médicas y comenzar posteriormente maniobras de reanimación cardiopulmonar, 30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones de rescate si se puede. Y de no ser posible continuar con compresiones torácicas de al menos 5 cm de profundidad y a 100 compresiones por minuto.