Susceptibilidad específica a COVID-19 en adultos con síndrome de Down
Resumen: Susceptibilidad específica a COVID-19 en los adultos con síndrome de Down
Illouz T, Biragyn A, Frenkel-Morgenstern, Wissberg O y col. Specific susceptibility to COVID-19 in adults with Down syndrome. NeuroMolecular Medicine, publicado online: 04.03.2021. https://doi.org/10.1007/s12017-021-08651-5.
RESUMEN
La actual pandemia COVID-19 provocada por el virus SARS-CoV-2 es motivo de preocupación en las personas ancianas y en las poblaciones con riesgo si presentan problemas médicos como son los cardiovasculares, la obesidad y la diabetes. Las personas con síndrome de Down parecen tener un riesgo significativamente mayor de desarrollar síntomas graves en casos de enfermedades infecciosas, incluidas las relacionadas con la COVID-19, a causa de su compleja trisomía y sus consiguientes trastornos de tipo inmune, que las hacen susceptibles a las infecciones. Los estudios clínicos y epidemiológicos recientemente publicados así lo demuestran. El cromosoma 21, triplicado en el síndrome de Down, contiene genes directamente implicados en la penetración del SARS-CoV-2 en las células, aumentando potencialmente la susceptibilidad específica a la COVID-19. Clínicamente, estas disregulaciones de carácter inmune pueden terminar por hacer menos eficaz la vacunación contra las enfermedades infecciosas. Hay otros riesgos relacionados con COVID-19, como son las peculiaridades anatómicas de las vías respiratorias, que facilitan las infecciones en dichas vías, las cardiopatías congénitas, la obesidad, la diabetes: elementos que se dan con más frecuencia en el síndrome de Down. Las anomalías de tipo inmune sugieren que cualquier terapia para tratar COVID-19, utilizada en la población general, ha de requerir especial atención al aplicarla en la población con síndrome de Down. Y no es menos importante otra consideración: el aislamiento social que experimentan numerosas personas con riesgo en general, y eso incluye de modo particular a las personas con síndrome de Down. Estas personas dependen con frecuencia de horarios/programas regulares que, al ser interrumpidos, alteran sus reacciones mentales. Consiguientemente habrán de aplicarse intervenciones que eviten el aislamiento social en esta población vulnerable.
Todo este cuadro, tan complejo, exige que nos reorganicemos sin demora ante la eventualidad de que pueda aparecer una futura pandemia, con el fin de que preparemos las soluciones que se deban aplicar, con la experiencia acumulada, para atender debidamente a las poblaciones vulnerables, como es la del síndrome de Down; entre ellas, las intervenciones para reducir los efectos sociales negativos debidos al aislamiento prolongado y a al aumento de los periodos de hospitalización.
Preparándose para futuras pandemias
Las pandemias futuras plantean un riesgo similar o incluso superior para esta población susceptible. Una de las conclusiones evidentes es la necesidad de incrementar la preparación frente a futuras pandemias en las personas con síndrome de Down, a la luz de su mayor y específica susceptibilidad. Se puede conseguir una mejor preparación en lo que se refiere al estilo de vida, práctica médica e investigación básica si se organiza una red internacional de expertos en campos diversos, como son la inmunología, la epidemiología, la neurología y la sociología.. Teniendo esto en cuenta, la Trisomy 21 Research Society has establecido un grupo de trabajo COVID-19 y un grupo de personas interesadas que representen a las principales organizaciones síndrome de Down en Europa, Estados Unidos y otros países.
Es una llamada a la necesidad de formular las etapas a seguir para incrementar la preparación ante posibles pandemias por parte de las familias y los médicos. Estas etapas se concretan en:
- Establecer una base de datos mundial específica para el síndrome de Down sobre síntomas relacionados con pandemias, hospitalizaciones y respuesta al tratamiento. Esta base de datos permitirá, casi en tiempo real, comprender la susceptibilidad específica de los individuos a la pandemia, y podría utilizarse y asociarse con las actuales iniciativas de seguimiento.
- Organizar redes sociales virtuales que puedan ser activadas durante una pandemia con el fin de apoyar a los cuidadores y los sistemas sociales. Estas redes pueden ayudar a reducir los efectos adversos del aislamiento social durante la pandemia.
- Promover cambios sanos en los estilos de vida. Por ejemplo: reducir los índices de obesidad.
- Reducir los factores generales de riesgo. Por ejemplo, en COVID-19 las correctas prácticas médicas incluyen: (i) mejorar la salud pulmonar a base de reducir las infecciones respiratorias crónicas/recurrentes, mediante vacunaciones de influenza y neumococo, (ii) rastrear la presencia de apneas del sueño y tratarlas, así como otros factores que contribuyan a problemas de aspiración , (iii) responder pronto a los signos de infección pulmonar para reducir el riesgo de COVID-19, y (iv) aumentar la vigilancia y protección de las personas con alto riesgo, especialmente si ya tienen signos de enfermedad de Alzheimer.
- Confirmar el aumento de riesgo de infección y presentación en las personas con síndrome de Down, cuando se ven afectadas COVID-19 y futuras pandemias.
- Estudiar las consecuencias clínicas después de COVID-19 y la respuesta al tratamiento. Han de considerarse las secuelas a largo plazo tras la recuperación de COVID-19 aguda, con el fin de comprender la necesidad de un tratamiento a largo plazo en el contexto de una peor respuesta inmunológica.
- Antes de una inmunización generalizada, confirmar si la respuesta a las vacunas frente a COVID-19 en las personas con síndrome de Down es similar a la de la población general.
La implementación de estas etapas constituye un real apoyo para que la respuesta a futuras pandemias sea más eficaz, y no sólo pensando en las personas con síndrome de Down sino en sus familias, sus cuidadores y sus médicos. Esto ofrece una red de seguridad muy necesaria para una población tan particular y vulnerable.
COMENTARIO
El artículo analiza de manera condensada las diversas peculiaridades, biológicas y psicológicas, que presenta el síndrome de Down a la hora de enfrentarse ante una pandemia como la provocada por el virus SARS-CoV-2, en un ejercicio de previsión para el futuro. La pandemia ha modificado sustancialmente aspectos críticos en la vida personal y social de los ciudadanos. Es preciso, por tanto, aprender de la experiencia acumulada para proteger a una población que exige una particular atención en razón de sus intrínsecas características.