Editorial Octubre 2015
La importancia del poder
"El poder es importante sólo si sirve para hacer el bien". Es una frase que acaba de ser pronunciada por uno de los mayores líderes del mundo actual. Y que, referida al espacio de la discapacidad intelectual, sintetiza de manera inigualable todo el concepto que debe girar alrededor de la gestión de cualquiera de nuestras entidades, instituciones, fundaciones, asociaciones. Es el concepto que expresa la necesidad de "servir a" en lugar de "servirse de".
Nos preocupan la división y las rencillas que con frecuencia observamos entre los distintos grupos y entidades que conforman el mundo de la discapacidad intelectual y, concretamente, el del síndrome de Down. Basta una pequeña diferencia en la orientación o en la metodología para que surja el desencuentro, y como consecuencia, la separación o la creación de un nuevo grupo de acción, a veces muy cercano en su localización.
Observamos a veces un desmedido afán de protagonismo, de alcanzar el puesto más visible, de sentir el reconocimiento o el halago de otros poderes civiles o políticos, de intentar obtener beneficios personales.
Es evidente que hay personas con cualidades innatas para liderar proyectos y recabar voluntades: las necesitamos en un mundo como el nuestro tan plagado de incertidumbres y de necesidades. Pero incluso estas personas deben reflexionar sobre el bien que hacen o pretenden hacer, y hasta qué punto se dejan llevar por su personalismo y su afán de destacar. Servir, a veces, significa ceder, dialogar, compartir, ponerse a la altura y seguir el paso de los demás, considerar que, a veces, se pueden tener buenas razones pero no tener razón.
En definitiva, lo importante en el buen servicio ejercido desde el poder no es vencer, sino convencer.