Articulo Profesional: Procesamiento Sensorial II Parte
EL PROCESAMIENTO SENSORIAL EN LOS NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN PARTE II
Maryanne Bruni
Terapeuta ocupacional
West Toronto Keys to Inclusion, Canada
5. Estrategias para afrontar las dificultades del procesamiento sensorial
La siguiente tabla 3 ofrece una visión esquemática de las dificultades en el procesamiento sensorial que a veces presentan los niños con síndrome de Down, y de las estrategias que ayuden a afrontarlas.
Tabla 3
Ejemplos de dificultades en el procesamiento sensorial |
Ejemplos de estrategias para afrontarlas |
Respuesta exagerada al tacto ligero |
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1. El niño muestra hiper-respuesta al tacto ligero. Puede separarse para no estar cerca de los demás, o puede golpear si se siente amenazado. |
1. Acércate al niño de frente para que te vea y pueda anticipar tu aproximación y contacto. Comprueba cómo está en fila, el guardarropa y la disposición de las sillas en la clase. El niño puede sentirse menos ansioso por algún contacto inesperado si está en primera fila (quizá manteniendo la puerta, que le ofrece presión en sus brazos), o en la última en donde puede ver a todos los demás. Puede tener menos dificultad si su percha de ropa se encuentra al final del colgador, o si puede ir a recoger su abrigo un minuto antes que los demás. Puede sentirse más a gusto si no se sienta nadie detrás de él. · Las actividades de propriocepción (trabajo fuerte de los músculos) calman, organizan y reducen el impacto del tacto ligero sobre el sistema nervioso. Por ejemplo: empujar o tirar de un carro o puertas pesadas; llevar instrumentos pesados; otras actividades de gimnasia. · El tacto con presión profunda también anula la sensación del tacto ligero. Los vestidos apretados, el masaje, las compresiones de las articulaciones, estar echado bajo una manta pesada, usar un portátil pesado o un pañuelo de cuello, y llevar ropa pesada son ejemplos de tacto con presión profunda. |
2. El niño se muestra extremadamente particular en relación con la ropa; algunos niños no toleran calcetines altos o medias. |
2. La estimulación mediante presión constante a base de tejidos apretados de Lycra ayuda a algunos niños que son hipersensibles al contacto con la ropa (p. ej., pantalones de deporte o de bici, y un top de lycra debajo de otra ropa). Algunos materiales resultan más confortables para la piel (p. ej., el algodón suave, lana). Y las sugerencias anteriores sobre sensibilidad táctil. |
3. El niño evita, resiste o lucha contra las rutinas del aseo, como son la limpieza de dientes, el lavado de pelo, o de la cara, cortar las uñas. |
3. Anímale a hacerse todo el aseo que sea posible por sí mismo, aunque el resultado no sea perfecto. El estímulo sensorial es mucho más tolerable cuando se lo hace uno a sí mismo, ya que sabe anticipar el sitio y la intensidad. · Si esto no posible en absoluto, hazle las rutinas de aseo de una manera constante, en el mismo sitio y hora cada día, y lo incluyes en su calendario visual si la estáis empleando · Reduce el impacto del tacto ligero con la presión profunda. P. ej. el niño abraza un gran juguete mientras se le cepilla el pelo; el niño es envuelto en una manta confort mientras se le lava la cara o se le cepilla el pelo; el niño aprieta una pelota o tira de una cinta gruesa durante el aseo; el niño sostiene pesas de ejercicios en sus muñecas y tobillos. · Córtale las uñas mientras el niño está en un baño caliente. El agua caliente reblandece las uñas y reduce el impacto del tacto ligero. · Si resulta difícil cortarle el pelo, intenta algunas de estas posibilidades: a) mantener al niño en tu regazo; b) tener sentado al niño en una silla bajita con sus pies firmes en el suelo; c) cepillar o desenredar tu propio pelo antes de empezar; d) lavarle el pelo en cada justo antes de acudir a la cita de peluquería; e) utilizar las maniobras de presión profunda antes descritas; f) darle al niño una agenda visual de las etapas que se van a seguir, incluyendo cuándo termina cada etapa; g) contarle un "cuento social" para encuadrar la experiencia en lenguaje positivo; h) darle una distracción visual (un video durante el corte de pelo). Es fácil que las peluquerías que atienden a niños dispongan de esta opción. |
4. El niño no quiere mantener objetos en su mano, recurriendo a agarrar muy ligeramente con la punta de los dedos, aunque puede mantener alguno de sus objetos preferidos. |
4. Introduce juguetes/objetos nuevos en situaciones en las que el niño se siente seguro y tranquilo (p. ej., cuando se envuelve en una mantita preferida, cuando está en la bañera, etc.). · Dale masaje en sus manos presionando en profundidad para reducir su hipersensibilidad · Ofrécele juguetes que tengan vibración · Anima al niño a cargar con sus manos y empujar con ellas objetos pesados |
Respuesta exagerada a los alimentos |
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1. El niño es extremadamente quisquilloso con la comida, tolera un rango muy estrecho de texturas y tipos de comida. |
1. Recuerda que muchos niños pequeños tienen preferencias limitadas para los alimentos durante varios años; ser selectivo con la comida no significa siempre que haya un problema de sensibilidad. Si la hipersensibilidad está limitando gravemente la nutrición del niño, considerar: · retirar el centro de la atención en la comida; trata de dar a las comidas importantes un valor social · introduce al niño en la preparación de las comidas (tocar los alimentos, abrir paquetes o latas, etc.) · dejar que toque y huela comida nueva, sin ninguna expectativa de que la pruebe inicialmente · empezar con aquello que el niño tolere y gradualmente ajustar la textura/sabor y presentación · hacer actividades motóricas orales fuera de las horas de las comidas (soplar globos y silbatos delante de un espejo, hacer burbujas con una pajita, jugar a juegos con partes del cuerpo como "Cabeza y hombros"). |
Respuesta exagerada general |
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1. Parece que el niño se siente fácilmente hiperestimulado por el ambiente. Son demasiados los tipos de estimulación sensorial que ha de procesar y lo desorganizan, de modo que parece sentirse incapaz de afrontarlos tanto conductual como emocionalmente. |
1. Cambia el ambiente reduciendo la estimulación: · Despeja la habitación llena de juguetes · Quita los juguetes/actividades que ya no estén usándose · Suaviza los sonidos poniendo pelotas de tenis o pedacitos de fieltro en las patas de las sillas, colocando una alfombra de juego, colgando estandartes, etc. en las paredes · Haz que el niño lleve audífonos que reduzcan el sonido en ambientes ruidosos. Utiliza actividades que tranquilicen y de forma organizada: · una habitación tranquila sin demasiada iluminación · música suave y sosegada · mecedora, columpio, hamaca · agua caliente (para bañar, para jugar en el agua) · alfombras; abrazar almohadas, cojines, animalitos · actividades de masticación (chicle, comida que se mastique) · organizar un "espacio tranquilo", como un rincón lleno de cojines o una pequeña tienda de campaña a la que el niño se pueda retirar y reorganizarse cuando se siente sobrepasado |
2. Dificultades con las rutinas de sueño; puede tener dificultad para caer dormido y mantenerse dormido; le molestan las mantas. |
2. Establecer una rutina a la hora de acostarse que incluya técnicas tales como: · una actividad tranquila hasta que sea la hora dormir; caricias; masajes con presión profunda · un baño · leer un libro con tema adecuado para el sueño en la cama o en mecedora · reducir la intensidad de las luces · cantar una canción Probar un pijama que caliente y envuelva los pies, para que no necesite manta. |
Respuestas reducidas |
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1. El niño necesita más estímulos sensoriales para que responda. Puede mostrarse como letárgico y lento en sus respuestas. Puede necesitar más movimiento y estímulo sensorial antes de centrarse y realizar una tarea, con el fin de activar su sistema nervioso hasta alcanzar el punto en que ya responda. |
1. Antes de comenzar una tarea cognitiva o motora, prueba estas sugerencias: · actividades motoras orales: soplar burbujas o a través de una paja; comer un cono de helado; chupar algo ácido; comer algo crujiente (palitos de zanahoria, manzana) · actividades de movimientos rápidos · andar de forma activa, correr, saltar · cantar con viveza; escuchar y palmotear al ritmo de una música viva; bailar · sentir los juguetes y materiales de diversas texturas. No darle nada que pueda morder si está todavía en la edad de llevarse los juguetes a la boca · agua fría en cara y manos |
Buscar sensaciones |
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1. El niño busca presiones profundas ansiando abrazos frecuentes, chocando con los muebles, gateando o reptando en espacios estrechos, etc. La presión profunda puede compensar los efectos de hipersensibilidad del sistema nervioso al tacto ligero. Muchos niños con síndrome de Down buscan abrazos frecuentes; esto no siempre refleja una necesidad sensorial sino que puede tratarse de una conducta aprendida. |
1 y 2. Estos niños necesitan disponer de tiempos regulares para juegos con movimiento y sensaciones dentro de una parte de su día que esté estructurada y prevista. · Dar tiempos estructurados al niño para que se realice en actividades sensoriales, tratando de encontrar la misma necesidad sensorial que le proporcionan las actividades que él ansía. · Las actividades repetidas que proporcionan mucho estímulo proprioceptivo son las más adecuadas para tranquilizar y organizarle. Ver ejemplos en "Respuestas exageradas al contacto ligero". · Otras actividades de motor grueso que se pueden probar: a) hacer movimientos de empujar y subir (sobre las manos y las rodillas); b) paseos haciendo de carretilla (sosteniéndole por las rodillas); c) empujarle de forma repetida, haciendo de columpio; d) tirar como para luchar; e) llevar objetos pesados, como un paquete de libros; f) saltar (Cuida de no poner demasiada tensión en las articulaciones. Si el niño no es capaz de mantener sus articulaciones fijas o si las articulaciones se extienden por encima de lo normal, no le hagas participar en estas actividades). · Actividades en casa que proporcionan estímulos proprioceptivos: a) pasar la ropa de la lavadora a la secadora; b) llevar una cesta llena de ropa o echar la basura para reciclado; c) empujar un carro de la compra en el supermercado; d) pasar la aspiradora, barrer, cavar; e) llevar una bandeja con objetos pesados · Proporcionar juegos sensoriales y actividades de discriminación sensorial para sus manos · Ofrecer actividades motóricas orales durante el día (soplar silbatos, masticar chicle). · Darle oportunidades de moverse algo (p. ej., durante ciertas actividades escolares) dándole asientos que le obliguen a moverse (mecedora, cojines inflados), o poner los pies sobre una mecedora o un cojín. · Dejar al niño que mantenga y juegue con un juguete que puede doblar, darle vueltas y cambiar posiciones, o una goma elástica que pueda estirar en los ratos en los que tiene que escuchar. |
2. El niño puede buscar un movimiento excesivo, como balanceos o darle vueltas a la ropa . Puede tener dificultad para permanecer quieto sentado porque su cuerpo le pide movimiento. |
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3. El niño pone todo en su boca; mastica en exceso sobre objetos, el jersey, etc.; puede chupar cosas |
3. Ofrecerle un juguete que pueda masticar (se le puede sujetar como se hace con un chupete) · Darle otros juguetes que pueda masticar de diversas texturas · Darle alimentos que no sean blandos, que tengan sabor y textura · Ofrecerle líquidos densos, preferentemente para beber con pajitas · Dar masajes en la cara, mejillas, labios con presión profunda · Ofrecerle chicles · Visitar al dentista con regularidad: por motivos de higiene y para asegurar que esta conducta no se debe a problemas dentarios. |
Dificultades en la planificación motora |
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1. El niño tiene dificultad para aprender cualquier nueva habilidad motora, necesitando practicar más de lo que se espera en un niño con síndrome de Down. Una habilidad que ya sabe no la generaliza para una situación nueva. Estos niños parecen muy desorganizados en su abordaje para realizar actividades motoras; no parece saber cómo iniciar y usar un enfoque cualquiera para realizar una tarea. Nótese que las habilidades cognitivas claramente contribuyen a la capacidad del niño para aprender rápidamente las actividades motoras. No está claro todavía hasta qué punto es importante el componente del procesamiento sensorial en el aprendizaje motor de los niños con síndrome de Down. Sin embargo, muchos de estos niños parecen depender más de los factores ambientales para alcanzar lo previsto. |
1. El juego que incorpora muchas experiencias táctiles puede beneficiar a los niños desorganizados. Actividades dirigidas a tomar conciencia del cuerpo (p. ej., desplazamientos a través de obstáculos) les ayudarán a reconocer mejor la posición del cuerpo y el movimiento. Hacer que el niño verbalice lo que necesita hacer pata terminar una tarea, puede servir de apoyo. Por ejemplo, el decir "1, 2, 3, tirar" le ayuda a centrar la atención sobre el movimiento de arrojar una pelota con acierto. Ayúdale a desarrollar estrategias verbales y pistas o avisos para terminar la tarea. Los niños pequeños a menudo utilizan esos avisos verbales cuando están aprendiendo a pintar. Estructura el ambiente de modo que se repitan las tareas familiares, y se introduzcan las nuevas habilidades en un contexto familiar. |
Perfil: Diana
Diana es una chica de once años que se resiste a las rutinas diarias de higiene. Le molesta lavarse la cara, que ha de hacerlo varias veces al día porque se ensucia mucho comiendo. Al reflexionar, su madre se dio cuenta de que el modo de abordar el lavado de cara era inconstante e impredecible. Por lo general, justo antes de salir, y en las prisas por marcharse, su madre advertía la presencia de comida en la cara de Diana, y corría a mojar un trapo y limpiar la cara. Diana siempre retiraba la cabeza y trataba de empujar a su madre fuera de ella.
Su madre decidió probar otro método. Puso dos dibujos en sendas notas sobre el mantelito de Diana: come la comida, límpiate la cara. Al término de cada comida, antes de levantar la mesa, Diana cogería una toallita de cara y se la limpiaría. Dispuso como ayuda de un espejito de mano. Diana respondió bien a esta nueva rutina, que supuso una actividad predecible para cada comida. Se sintió más feliz al ser capaz de manejarse por sí misma, y evitar la rápida y desagradable limpieza de su madre en esa fase de transición.
5.1. Plan/Propuesta/Recomendación sensorial
Una vez identificadas las dificultades en el procesamiento sensorial de un niño, y se ha comprobado que las estrategia sensoriales específicas ayudan a ese niño, puede recomendarse ya un plan o propuesta sensorial. Un plan sensorial significa proporcionar el tipo, frecuencia e intensidad de los estímulos sensoriales que el niño necesita para mantener un sistema nervioso tranquilo, alerta y organizado. Algunas de las actividades arriba descritas pueden formar parte del plan sensorial para el niño. Un plan sensorial debe ser desarrollado de manera individual para cada niño, para atender a sus específicas necesidades sensoriales. No es un enfoque "tipo receta", ni es simplemente añadir más estimulación.
Un plan sensorial es normalmente diseñado por un terapeuta ocupacional o físico que ha llevado a cabo una completa observación y evaluación de las necesidades sensoriales del niño. El plan incluye los siguiente elementos:
- incorporación de actividades sensoriales directamente en las rutinas diarias
- realización de actividades sensoriales específicas (como el protocolo Wilbargar descrito más adelante)
- adaptación del ambiente de modo que incluya oportunidades para la necesaria estimulación sensorial
- adaptación del modo de abordar al niño de modo que respete sus necesidades sensoriales.
Estos terapeutas formados en integración sensorial/procesamiento sensorial por lo general establecen un plan sensorial o, al menos, consultan cuándo debe ser establecido dicho plan.
A veces se incorpora la "Técnica Wilbargar de Presión Profunda y y Proprioceptiva" al Plan sensorial. Este método está diseñado para reducir la eficacia de la "respuesta exagerada" (o "defensa sensorial") en niños y adultos. Consiste en ejercer presiones profundas sobre la piel de los brazos, espalda, y piernas a intervalos regulares a lo largo del día, utilizando un cepillo especial de presión, seguido de compresiones en las articulaciones. La compresión articular consiste en aplicar presión sobre la articulación a través de los huesos. El protocolo fue aplicado por Patricia Wilbargar, una terapeuta ocupacional, y se basa en la teoría de la integración sensorial.
Aunque han aparecido muchos informes anecdóticos de mejorías en niños con trastornos de procesamiento sensorial gracias a la técnica de Wilbargar, no se ha estudiado en niños con síndrome de Down que responden en exceso al estímulo sensorial. Aseguraos de consultar con un terapeuta físico u ocupacional formado en esta técnica antes de iniciar un protocolo con vuestro hijo. Existen procedimientos específicos que deben ser seguidos al aplicar el protocolo.
Perfil: Andy
Andy, de catorce años, tiene un largo recorrido en autobús para ir cada mañana a la escuela. Tiene que madrugar para coger el autobús, y por lo general está dormido cuando su madre le insta a que siga la rutina de cada mañana. Al término de su viaje en autobús, está dormido o muy somnoliento. Andy no puede salir del autobús, ir hasta la clase y centrarse enseguida en el trabajo académico. Tarda un buen rato en "meterse" en la escuela. En lugar de dejar que Andy vaya y se siente en su pupitre inmediatamente, su maestra ha elaborado una serie de rutinas a seguir cuando llega. En primer lugar, Andy retira de la mesa de sus maestros un montón de cuadernos de trabajo de sus compañeros y los distribuye. Después lleva la lista de asistencias (metidas en una carpeta pesada) a la oficina. La profesora deja el encerado no limpiado del día anterior para que Andy lo borre y limpie por la mañana. Todas estas actividades que exigen moverse ayudan a Andy a sentirse más despierto, con lo que podrá después centrarse en su trabajo escolar. Guarda además una botella de agua con agua helada en su pupitre mientras trabaja. Las bebidas frías nos ayudan a mantenernos despiertos y alertas (además de bien hidratados).
5.2. Estrategias sensoriales: adaptarse al entorno
Es bien sabido que la adaptación al entorno proporciona estupendas oportunidades para probar y practicar las habilidades de motor fino. El mismo principio es válido para el procesamiento sensorial: adaptamos el entorno para acomodar las necesidades sensoriales del niño y para proporcionar los tipos de estimulación sensorial que le ayuden a estar más organizado. Si ansía y busca presión profunda en sus mandíbulas y está cogiendo constantemente cosas para morderlas, podemos ponerle una caja pequeña con unos pocos juguetes de motricidad oral en cada habitación, para que los tenga fácilmente disponibles: un cepillo infantil de dientes, un juguete con texturas masticables, goma (si es lo suficientemente mayor), un silbato o un juguete hinchable. Si es muy sensible a ciertos sonidos, como pueden ser el teléfono, utilizaremos un teléfono cuyo sonido pueda ser ajustado. Muchas de las ideas expuestas en la tabla de estrategias sensoriales son ejemplos de adaptación del entorno.
Nuestros hijos actúan mejor en ambientes donde hay coherencia, estructura, y se les comunica con claridad sobre lo que se espera. Esto es muy cierto para todos los niños, pero lo es de manera especial en los que tienen alguna discapacidad intelectual y del desarrollo. Puesto que los niños con síndrome de Down tienen sistemas nerviosos menos flexibles y muestran retrasos en el aprendizaje para resolver problemas y ajustar sus reacciones, muchos parecen responder más espectacularmente a cambios pequeños en sus entornos. Como veremos después, pueden tener dificultad en situaciones de transición y cambios inesperados en su rutina.
Los niños con síndrome de Down, al crecer, entrar y pasar por la adolescencia hasta la adultez, desarrollan a menudo patrones de conducta en las que se apoyan para hacer que sus vidas sean predecibles y manejables. Por ejemplo, cuando Sarah estaba en high school, tomaba un autobús diariamente para volver a casa. Tomaba entonces una merienda y se daba un descanso. Cuando cualquier actividad, por ejemplo un compromiso, cambiaba esa rutina, debía yo asegurarme de que ella lo supiera al menos un día antes, e incluso entonces tenía a veces dificultad para adaptarse al cambio. Incluso ahora que ya es adulta, los cambios inesperados en su rutina o colocarle en planes diferentes nunca terminan en algo positivo.
McGuire y Chicoine denominan a esta necesidad de repetición y hacer siempre lo mismo "el surco". Tener surcos parece ayudarles a mantener cierto control sobre sus vidas y puede a algunos aliviarles del estrés que produce un mundo que les desborda. Podemos topar con problemas a cuenta de estos surcos cuando la persona se mantiene muy fija e inflexible en sus rutinas y es incapaz de acomodarse a nada que ocurra fuera de lo ordinario. La sección siguiente ofrece algunas estrategias que ayudarán al niño en sus transiciones, de modo que se respete su necesidad de tener esos surcos.
Nota: El presente artículo reproduce en español la segunda parte del capítulo 11 "Sensory processing" del libro de Maryanne Bruni titulado Fine Moror Skills for Children with Down Syndrome. A Guide por Parents and Professionals, 3ª edición. Woodbine House, Bethesda MD, 2016