Editorial: Pensamiento concreto y pensamiento abstracto

Pensamiento concreto y pensamiento abstracto
Empecemos por distinguir entre el pensamiento concreto y el abstracto. Por encima de los doce años todos podemos pensar de forma concreta y abstracta. Nuestros cinco sentidos nos proporcionan una comprensión concreta del mundo. Es decir, nos permiten ver las cosas tal como existen en la realidad. Nos invitan a desarrollar el conocimiento y el pensamiento concretos: esto es así y ahora. El pensamiento abstracto, en cambio, nos permite trascender la realidad actual e imaginar la futura, generalizar lo aprendido y aplicarlo a otras situaciones, captar el sentido de las ideas, entender el tiempo pasado y el futuro, comprender y distinguir las cantidades numéricas, resolver problemas inopinados, prever el futuro.
Las personas con síndrome de Down, en general, poseen un buen pensamiento concreto que les permite funcionar de manera adaptativa mediante su seguridad en las formas concretas de su pensamiento y su conducta. Pero son deficientes en el desarrollo del pensamiento abstracto. Eso les crea confusión, falta de flexibilidad y adaptabilidad en toda una serie de áreas clave. A menudo piensan de una manera muy concreta pero con frecuencia no pueden pensar de una manera abstracta, lo que a veces les lleva a experimentar frustración y sufrir malentendidos.
La naturaleza concreta de los procesos de pensamiento en la mayoría de las personas con síndrome de Down es muy funcional y muy precisa si se les permite desarrollarse en un entorno apropiado. Con frecuencia lo hacen estupendamente a la hora de ejecutar tareas concretas en su trabajo, o las actividades de la vida diaria como puede ser la preparación de una comida o su aseo personal. De hecho, cuando una persona tiene problemas en su trabajo, no es porque no lleve a cabo su trabajo, que suele hacerlo muy bien y es un trabajador modelo, porque su naturaleza concreta le ayuda a hacerlo bien una y otra vez. Su problema empieza cuando surge un cambio en las tareas y ha de aplicar lo aprendido a una nueva situación. Es el problema de la generalización el que resulta difícil para un pensamiento concreto.
El pensamiento abstracto nos permite comprender la relación entre las cosas y los acontecimientos, y no solamente el caso individual (concreto). Así podemos solucionar problemas: considerar una situación desde perspectivas diversas e imaginar cómo, al cambiar ciertas variables, nos conduce hacia soluciones diferentes. Nos ayuda a comprender el sentido de una frase y no su literalidad: el sentido de un refrán, de un chiste o una broma. Cuántas veces vemos que no los comprenden y se sienten molestos ante la broma: hay malentendidos.
El pensamiento concreto liga demasiado a una única cosa, por ejemplo una ruta. Si ésta falla cuesta imaginar que puede haber otras. En cambio, el pensamiento abstracto permite comprender el concepto de una ruta, que consiste en que hay otras muchas, lo que permite considerar otras opciones para llegar a donde se quiere ir, si la primera ha fallado.
Otra importante limitación propia del pensamiento concreto es la dificultad para generalizar una conducta aprendida para una situación concreta y ampliarla a otras situaciones. Eso limita también la transferencia de las habilidades esenciales de la vida diaria aprendidas en la escuela a la vida en comunidad.
El tiempo es otro concepto que puede resultarles abstracto para poder entenderlo en su totalidad. La idea de "cinco minutos" o "cinco años" les resulta demasiado abstracta, y como tal, estos conceptos de tiempo les resultan confusos. Pueden aparecer también problemas y malentendidos relacionados con el tiempo si la persona con síndrome de Down tiende a usar el tiempo presente cuando se refiere a cosas del pasado o del futuro. Las personas con pensamiento concreto pueden tener también dificultad con el tiempo en futuro, como puede ser el calcular cuándo va a ocurrir en el futuro una actividad que se desea.
Las dificultades para entender el sentido real de los números y las cantidades, resolver pequeños problemas aritméticos, el manejo del dinero, provienen de ese déficit en el pensamiento abstracto.
Tener todo esto en cuenta nos servirá para: 1) comprender mejor su conducta en la vida cotidiana y preverla; 2) desarrollar estrategias para solucionar momentos problemáticos; 3) promover métodos que les ayuden a desarrollar cuanto pueden su pensamiento abstracto.
Comentarios
Tenemos tanto que aprender!
¿Es posible que me envíen el artículo de María Victoria Troncoso? Un abrazo