Editorial: Comunicar, sí. Pero ¿con quién?

Editorial: Comunicar, sí. Pero ¿con quién?

Comunicar, sí. Pero ¿con quién?

Es experiencia bien comprobada que el lenguaje y la comunicación siguen siendo una importante limitación para el pleno desarrollo de la persona con síndrome de Down, y, por tanto, una de las mayores preocupaciones de padres y educadores. Sin duda se han conseguido grandes progresos en este ámbito. Nuestra intención ahora es poner el acento en aspectos que consideramos fundamentales.

A lo largo de estos meses estamos publicando en la Revista Virtual Down21 artículos sobre el lenguaje en el adulto; y nos gratifica comprobar la aceptación que están teniendo a juzgar por las entradas en la web.

Pero el lenguaje del adulto va a depender muy directamente de lo que se haya conseguido durante la niñez y la adolescencia. De ahí la importancia de extremar nuestras actuaciones durante estas etapas. Dirán que raro es el niño con síndrome de Down que no disponga de la ayuda del profesional logopeda (fonoaudiólogo). Su papel es importante. Pero la experiencia, mil veces confirmada, nos enseña que:

  • Los padres son los primeros profesores de sus hijos en lo que se refiere a sus habilidades del habla, lenguaje y comunicación.
  • Los hijos siguen el modelo de sus padres en acción comunicativa y estilo.
  • Las relaciones sociales son fundamentales para el desarrollo de las habilidades de comunicación de sus hijos.

Es decir, centra la clave del desarrollo del lenguaje en el establecimiento y consolidación de la actividad comunicadora. Desde los primeros años. Comunicar, sí; pero se necesita a la persona con quien se comunica: sin ella no hay intercambio posible. Y esa persona está en la familia con la que el niño y adolescente transcurre la mayor parte de sus días. Por eso vale la pena recordar lo que Miller, Leady y Levitt, en su precioso artículo "Cómo intervenir" denominan Reglas de la abuela para guiar las interacciones comunicativas con los niños (Cómo intervenir - Downciclopedia Enciclopedia):

  1. Muéstrese entusiasta: Nadie quiere hablar con alguien que no parece interesado en lo que está diciendo.
  2. Sea paciente: Dé al niño tiempo y espacio para expresarse.
  3. No se preocupe de las pausas.
  4. No abrume al niño con exigencias u órdenes.
  5. Escuche y siga la dirección que marca el niño: Ayude a mantener el centro de interés del niño (tema y significado) con sus respuestas, comentarios y preguntas.
  6. Use comentarios y preguntas de final abierto cuando sea posible (p. ej., "cuéntame más", "y entonces ¿que sucedió?").
  7. Añada nueva información cuando sea apropiado.
  8. Mantenga el ritmo del niño; no se apresure a cambiar de tema.
  9. Valore al niño: Reconozca los comentarios del niño como importantes y dignos de prestarles su atención individual. No le trate con aire condescendiente. Muéstrele una mirada positiva e incondicional.
  10. No se haga el tonto: Un interlocutor valorado en una conversación tiene algo que decir que merezca la pena ser escuchado, así que preste atención. Evite hacer preguntas para las que el niño sabe que usted conoce la respuesta. Evite hacer los comentarios que los niños oyen de los adultos.
  11. Aprenda a pensar como un niño: Considere que la perspectiva del niño sobre el mundo es diferente según cambian los niveles del desarrollo cognitivo. La conciencia del niño sobre las diversas perspectivas de acción, tiempo, espacio y causa varían en el tiempo como producto del desarrollo. Adapte su lenguaje al nivel de desarrollo de la comprensión del lenguaje del niño. Acorte las emisiones verbales, simplifique el vocabulario y reduzca la complejidad. Pero manteniendo la sintaxis correcta.

En definitiva: la clave del inicio de la comunicación está en disponer de la(s) persona(s) con la(s) que la comunicación ―el intercambio― esté asegurada. Vale la pena recordar que disponemos de un gran libro que podemos descargar gratuitamente. Nos guía en esta apasionante actividad que tantos beneficios nos va a reportar: a nuestro hijo o alumno, y a nosotros: Libro Síndrome de Down: habilidades tempranas de comunicación (down21.org).

 

Comentarios  

+4 #1 RE: Editorial: Comunicar, sí. Pero ¿con quién?Yolima BZ 30-08-2021 14:07
Es tan importante estar al ritmo del niño, sin adelantarse, pero tampoco atrasarlo, en mi experiencia, mienras mas claro se le hable al niño, sin diminutivos, ni medias palabras, el progresa en su comunicación
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+2 #2 Editorial: Comunicar, sí. Pero ¿con quién?José Francisco Navarro Aldana 31-08-2021 04:42
El lenguaje y la comunicación son de mucha importancia en la vida adulta de las personas con síndrome de Down, y las bases del mismo tienen su origen, desde la propia vida prenatal, en su entorno hogareño. Lo antes enunciado significa que los padres y otros los miembros de ese entorno han de expresarse verbalmente con claridad, de cara al niño y repetir cuantas veces sea necesario. El lenguaje y la comunicación es uno de los aspectos que se le dificulta mas a nuestros hijos con susodicha condición genética, y por lo tanto los padres y otros familiares debemos ser perseverantes en el apoyo. Es bueno recordar que es importante el apoyo del foniatra y del terapista de lenguaje, en cuanto a orientaciones que puedan aportar. Finalmente considero que la cuna del lenguaje y la comunicación en personas con síndrome de Down lo es el entorno hogareño y eso lo tienen que tener muy claro los padres.
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+3 #3 EditorialLeonor 31-08-2021 16:56
En mi caso es gratificante leer este contenido. Tenemos una niña de 45 años. Después de cumplir los 40 notamos significativos cambios, su conducta comenzó a ser más independiente, dejamos que tome algunas decisiones siempre vigilando, también aceptó reglas de vida que antes rechazaba “cambian los niveles del desarrollo cognitivo.” En este caso eso fue lo que notamos. En general el editorial coincide con la actualidad de ella. Mi oración por la salud de uds. y todos los integrante del equipo editor darles las gracias una y mil veces por haberlos encontrado y por lo mucho que me ayudaron sobretodo por coincidir en varios aspectos de la rehabilitación. Nuestra hija tiene ya 45 años o sea cuando nació aqui´en Argentina recién llegaban los planes de estimulación temprana y faltaba material humano para desarrollarlos. Con el cariño de siempre. Leonor Ase de D´Aloisio
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