Lectura y escritura

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María Victoria Troncoso y Patricia Díaz-Caneja 

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Introducción

Hace 30 años, la mayoría de las personas con síndrome de Down no sabían leer. La razón fundamental es que se consideraba que no tenían capacidad para ello, y en caso de tenerla, se pensaba que no serviría para nada. En definitiva, se les privaba del aprendizaje de la lectura.

Hasta los años 60, la mayoría de las teorías pedagógicas recomendaban que no se debía enseñar a leer a los niños hasta que no tuvieran 6 años, ya que era ésta la edad a la que estaban maduros. De hecho, todavía hoy la lectura y la escritura son objetivos educativos de primero de primaria, es decir, de 6 años. ¿Qué ocurría, entonces, con los niños con SD? Pues que habitualmente no alcanzaban una edad mental de 6 años hasta los 14, si es que la alcanzaban. Pero además, como se partía de la premisa de que después de los 14 años ya era demasiado tarde para enseñar a leer a una persona, especialmente con síndrome de Down, tampoco se les enseñaba.

En 1964 Glenn Doman publica su obra "Cómo enseñar a leer a su bebé", revolucionando las ideas que se tenían hasta entonces: no era necesario esperar a los 6 años. Se podía empezar a enseñar a leer a un bebé desde los 6 meses.

Aunque las teorías de Doman no se han confirmado en investigaciones científicas, y menos para los niños con SD, lo cierto es que es posible enseñar a leer a los niños antes de los 6 años, como han corroborado numerosas investigaciones y métodos. Además, la enseñanza precoz de la lectura favorece el desarrollo del lenguaje, y lo que es más: no es necesario poder hablar para ser capaz de leer.

El objetivo actual no es que las personas con síndrome de Down aprendan a leer mecánicamente, sino que comprendan lo que leen y que la lectura constituya una herramienta útil para acceder a información importante, estar al tanto de lo que ocurre en el mundo, aprender determinados contenidos y conceptos nuevos, estudiar.

Pero además, se es aún más ambicioso, y se busca el placer de la lectura; es decir, que las personas con SD encuentren en la lectura una fuente de placer, una actividad que llene sus espacios de ocio, un hobby al que dedicarse, y que no sólo entiendan la lectura como medio de aprendizaje. En los siguientes apartados se aportarán las teorías que en la actualidad dominan la enseñanza de la lectoescritura de las personas con síndrome de Down, en castellano.