Hola Saro,aunque no habia escrito en tus comentarios, siempre los leo... y me he emocionado tanto, tambien considero que Dios ha permitido que ambas tengan una hermana maravillosa, ojala que Valeria que todavia es muy pequeña pueda contar asi con su hermana cuando yo no este, un beso y abrazo...

Es algo muy particular lo que me sucede, primero Saro es amiga, la encontré como dice Chus a la distancia que tengo del ordenador, o mejor dicho que tenemos, entonces nos enviamos mails larguísimos o pasamos etapas por las que no escribimos, o yo no respondo porque no ando bien, ella se preocupa, o al revés, no sé de ella y me preocupa tanto como María. Que nos conocemos más que si viviese aquí en C.A.B.A. Argentina y nos comunicamos más que si su casa estuviese a la vuelta de la mía. Nos hemos abierto el alma y nos contamos casi todo. Por eso no puedo ser imparcial, mi objetividad para con ella se fue desde el día que nos encontramos después de haber leído yo, su artículo que creo se llamaba MI HERMANA allá por el 2008. Mientras ella leía algunas participaciones mías en el Foro, pocas porque sabe que entro más de lo que participo. Pero leo PERDÍ MIS PULSERAS y realmente no puedo dejar de maravillarme la forma en que utiliza un problema personal, casi sin importancia, si no fuese lo que para ella significaban, para terminar hablando de algo tan importante y tan difícil de abordar la mayoría de las veces, como es el cansancio, el hartazgo, la bronca, la falta de espacio muchas veces, el verse repitiendo muchas otras, algo que a la otra persona le significa parte de su vida misma. O sea terminar haciendo de nuestras vidas un ritual, del que tanto nos cuesta salir y tantos problemas nos trae con los otros miembros de la familia, cuando se trata de cubrir las necesidades o deseos de, en mi caso, mi hija con S.D. que con sus 29 años tiene muchas virtudes, pero muchos defectos, como todo ser humano, pero también ciertas manías que se acrecientan con la edad, otras no tanto, pero no dejan de molestar por ello. Terminamos siendo apéndices de nuestros hijos, en mi caso me cuesta horrores hacerme a un lado, como me piden en el CCRAI, lugar a donde ella concurre para aprender autovalimiento, autonomía y muchas cosas más que han hecho que madure de una forma que maravilla, pero claro los tres tienen esta madre que les tocó en suerte, que dejó de trabajar cuando nació su primer hija, claro si tenía Síndrome de Down y me necesitaba tiempo completo y así se criaron los otros dos y ahora vivo sus vidas, la de los tres, la de Sabrina más por supuesto, ya que como dice Saro tiene sus días para hacer sus cosas, manías en el orden que si le tocan algo en su cuarto al segundo anda preguntando quién entró y así podría seguir hasta hartarlos y yo necesito mi espacio, mis actividades, mi vida y he quedado relegada a la de ella; Hace 29 años que soy “la mamá de Sabrina”, otras pocas “la mamá de Ignacio o de Andrés”, no sé cómo pero desapareció Patricia y pasé a ser “la mamá de”. Por otro lado he leído a Saro que tan maravillosamente ha sabido expresar que respuesta encontró en su hermana María cuando ella estaba abrumada, triste, hasta con bronca diría, por el corte de pelo digo y yo termino pensando en que si no hubiésemos hecho lo que hicimos, si ahora ya adultas las dejásemos y nos hiciésemos definitivamente a un lado, pues no tendríamos las maravillosas respuestas que he leído de María y que yo también escucho de mi hija. Pues nadie conoce mi cara, mis tonos de voz, lo que expresa mi cuerpo, lo que cierra mi boca, pero hablan mis gestos, tanto como Sabrina. También creo que tenemos todo el derecho de estar hartas de ellos en algunas circunstancias y no debemos sentirnos mal por ello, somos humanas, ya no tenemos 30 años y en mi caso quisiera tener mejor mi salud, poder volver al trabajo o hacer un curso, en fin algo por mí. Gracias Saro, leerte me hizo pensar en todo esto que he volcado y comparto, pero por otro lado tus tan preciadas pulseras sirvieron para no sentirme tan culpable, cuando dejo de hacer cosas que antes hacía por mi hija y que si no me reemplaza mi familia, pues ya no las hago más y me parece a estas alturas que es muy justo. Me encanta que lo publiquen para que todos tengan la posibilidad de leerte y disfrutarte y si es por mí, pues puedes perder de tanto en tanto alguna cosilla por ahí que haga que puedas regalarnos tus sentimientos, tu alma, para que como yo podamos sentirnos menos culpables, más reconciliadas con la vida.

Gracias, Angela, por tus palabras, por tu afecto.

Un gran abrazo para ti y muchos besos para tu hijo. Espero que él siga bien, que todos estén bien en tu familia.

Saro

Yo también lo afirmo: María tiene mucha suerte de contar contigo...Y ese soliloquio ¡es genial!
Próxima semana buena para las dos

Jo, Chus, siempre me emocionas, estoy a punto de llorar.

Gracias por tu empatía y por ser de esa manera, así, que siempre ilumina las cosas.

Habría mucho que hablar sobre la dependencia, el amor, el cansancio, y sobre lo qué seríamos nosotros sin todo eso.

Dejemos el tema abierto, pues, si te parece.

Muchísimos besos, para ti, para Mariano y para Irene.

¡Ah!, y buena tú,

Saro

Queridos señores de Canal Down21:

Muchas gracias por leer mis tonterías; honor el que ustedes me hacen si deciden publicarlas en la revista.

Yo encantada. Me recordarán mi "pérdida", pero me servirán también para no olvidar ese maravilloso y siempre renovado hallazgo: mi hermana.

Un enorme abrazo y gracias otra vez por su benevolencia, por su afecto y por su constante compañía, sin la cual me sentiría terriblemente sola.

Saro